Paco Delgado: «Todo lo que soy lo aprendí trabajando»

16 abril, 2018

Paco Delgado recibió anoche en Málaga el Premio Ricardo Franco – Academia de Cine

En los inicios de su carrera, el diseñador de vestuario lanzaroteño laureado y solicitado hoy en la meca del cine «no menospreciaba el vestuario, pero casi». Y es que él comenzó haciendo decoración, y no sería hasta La Celestina, de Gerardo Vera, cuando su compañera y amiga Sonia Grande le fichó para integrarlo en su equipo. Sería Álex De la Iglesia el cineasta que le dio la oportunidad de liderar el departamento de vestuario en una de sus producciones más icónicas, La comunidad. Hoy, este técnico que se resiste a llamarse a sí mismo artista (se considera un artesano), reconoce que este mundo le ha enseñado a confiar en su intuición, pero sobre todo sabe que «el cine es una droga dura».

Recibió el Premio Ricardo Franco-Academia de Cine del Festival de Málaga rodeado de amigas y compañeras, casi todas vestidas en rojo y negro, en un acto al que acudieron Mariano Barroso, presidente en funciones de la entidad, y Joan Álvarez, director general de la institución. Chus Gutiérrez, fiel cómplice de Delgado, se encargó de presentar un acto en el que celebró el talento del creador y alabó y ensalzó la figura de Paco imaginándolo de niño en la librería de su madre «tal como es hoy: curioso, brutal, tierno y desproporcionado». También manifestó «haberle visto en un piso pequeño, inventar con dinero y sin dinero».

Fueron muchas las loas que recibió el doblemente nominado al Oscar en esta noche especial de su trayectoria. Su colega Paola Torres destacó que «hacerlo bien no es la frontera, hay un paraíso más allá que consiste en ser genial» y su compañera Sonia Isla, muy emocionada, agradeció la confianza que puso en ella desde el principio. No fueron las únicas: Pilar Castro –»Me trató como una actriz cuando yo solo era una recién llegada»–; Sylvie Imbert –»Vuelve pronto a trabajar a España. Estoy deseando volver a compartir rodaje contigo»–; Maribel Verdú, en un mensaje grabado –»El menos es más contigo no vale, y a mí eso me hace muy feliz»–; Natalia Verbeke –»Me fío de la gente que se viste con una risa como la de Paco, sincera y estruendosa, sin complejos”–; y Marisa Paredes, encargada de entregarle el galardón –»Gracias por ponerte siempre al servicio de los personajes»– le acompañaron en una gala en la que su amigo Jorge Calvo le cantó ‘Mi jaca’ a tempo lento antes de destacar que Delgado y él son «familia. Todo lo que puedo contar es tan indecente que mejor me callo». Finalmente, se atrevió a desvelar que Delgado hizo el vestuario de una obra suya con presupuesto cero, «lo hicimos con los restos de Los Miserables«.

En su discurso de agradecimiento, Paco Delgado afirmó que le parecía «increíble que este festival, Málaga y la Academia tengan la ocurrencia fantástica de reconocer cada año a los que estamos detrás de las cámaras» y siguió con una nota de humor: «Decía Marlene Dietrich que cuando te hacen un homenaje solo te queda un año de vida. Espero que se equivocase, porque quiero seguir haciendo películas que me remuevan».

Quiso reivindicar la importancia del equipo, «no solo trabajamos los jefes de departamento. Detrás de nosotros hay muchos ayudantes, que dan la cara tanto como lo hacemos nosotros y ellos son tanto o más artistas que los que tienen por arriba». Y aunque se saltó el guión y la nota que traía escrita de casa, dedicó especialmente el galardón a su pareja, Bernardo, porque «entiende a la perfección como es este mundo nuestro de súper locura, y eso es casi siempre muy complicado».

Fue escueto y conciso en su discurso, pero ya su vídeo de presentación comenzaba con Paco definiéndose enormemente a través de sus palabras: «Hay mucha gente dentro de la profesión que me dice: ‘No trabajo porque no me llaman para lo mío’. Y yo me pregunto qué es lo suyo. Porque lo mío nunca fue nada. Yo todo lo que soy lo aprendí trabajando».

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