El creador de decorados y académico Ramón Moya falleció el pasado domingo en Madrid a los a los 79 años. Los decorados de El laberinto del fauno, Astérix en los Juegos Olímpicos, El abuelo, Los otros o Gladiator han salido de la empresa bautizada con su apellido, Moya, unos estudios que hizo realidad «con muchos sacrificios y préstamos de los bancos» y que tienen un nombre propio en el séptimo arte español con más de 40 años creando escenarios de cine, televisión, maquetas, publicidad y stands.
El famoso constructor de decorados empezó a los 14 años de carpintero de la mano de su padre y, poco a poco, fue subiendo peldaños: encargado, jefe de equipo…”He peleado mucho”, destacaba este buen amigo del multipremiado decorador de cine Gil Parrondo –»en todas las películas que ha hecho Gil he estado yo»–, que se ha pasado la vida montando decorados para grandes producciones.
En su currículo figura haber trabajado en títulos tan diferentes como los dirigidos por Guillermo del Toro (El laberinto del fauno), Steven Spielberg (Indiana Jones o El imperio del sol), Pedro Almodóvar (Los amantes pasajeros), Mario Camus (Los santos inocentes) y Pilar Miró (El perro del hortelano)… «Cuando El laberinto… logró el Oscar fue como si fuera para mí. Me pasa lo mismo con los Goya. Los decorados de las primeras entregas de estos premios los hice gratis», apuntó en 2012 al recibir el Homenaje a los Profesionales de la Academia.
Álex de la Iglesia, José Luis Garci, Gonzalo Suárez, José Luis Cuerda son otros de los numerosos directores con los que ha trabajado este profesional. «Cuando nos han venido a supervisar de fuera –pues no nos han enseñado nada–, nuestra empresa, especializada en atrezo, escenografía y construcción de todo tipo de decorados, ha creado escuela, algo de lo que estoy muy orgulloso”, manifestaba el ganador del Premio Ariel a la mejor Dirección Artística por El laberinto del Fauno, junto a Eugenio Caballero y Pilar Revuelta.