“Creo que es una película monumental. He metido el realismo mágico a degüello”. Esta fue la valoración que hizo José Luis Cuerda de su última película, Tiempo después, con cuya proyección comenzó el homenaje que la Fundación Academia de Cine rindió a este director, guionista y productor que lleva más de 40 años detrás de la cámara.
Tiempo después, que llegará a los cines españoles el próximo 28 de diciembre, es el nuevo largometraje del cineasta manchego, que creó uno de los hitos del humor absurdo y uno de los mayores ejercicios de libertad de nuestro cine: Amanece, que no es poco. “No sé si consideras Tiempo después una segunda parte, pero está muy en la línea de Amanece que no es poco. Es muy surrealista, tiene momentos muy divertidos y no deja títere con cabeza en esta España nuestra”, comentó el presidente de la Academia de Cine, Mariano Barroso, quién dio al veterano profesional de Albacete las gracias “por tu valentía y libertad. La Academia te mantiene un homenaje permanente”, subrayó.
Y el maestro Cuerda sonrío, arropado por el cineasta Alejandro Amenábar, el actor Carlos Areces, la diseñadora de vestuario Clara Bilbao y el productor Félix Tusell, y habló de los actores que le hicieron enamorarse del cine. “Son los que dan la cara. Se les quiere. A los intérpretes los identificábamos con los personajes”, dijo Cuerda, que citó a Alfredo Landa y a James Dean.
De los cineastas –“cuando empezó la nouvelle vague empezamos a considerar que existían los directores”-; del que es su momento favorito en el proceso de hacer una película –“escribir el guión. Es un momento iniciático”-; y de la envidia que le dan los poetas, que “se nota en mis películas porque no hago más que citarlos. Es la expresión artística más sublime”. Así se pronunció Cuerda en el encuentro que, moderado por Rafa Portela, vicepresidente de la institución, siguió al pase de Tiempo después.
La velada que protagonizó el autor de La lengua de las mariposas también sirvió para conocer que a Cuerda no le gusta lo digital –“es aburridísimo”-, que le hubiera gustado hacer una miniserie de la novela de Miguel Delibes El hereje, que llora “todos los días”, que está con sus memorias y que tiene amigos “del alma”.
Comer, dormir…
Viticultor y revolucionario tuitero, Cuerda recordó a la tía abuela de Félix Tusell, Victoria, “que era secretaria de producción. ¡Qué carácter! Si te ponías tonto te lo decía”, rememoró el director que hizo su primer filme, Pares y nones, con su buen amigo el productor Félix Tusell Gómez. Ahora, 35 años después, el hijo de su amigo, Félix Tusell Sánchez, ha respaldado Tiempo después. También en esta última ha participado la diseñadora de vestuario Clara Bilbao. “Siempre que hemos discutido en una película he pensado, ¿por qué no haces el vestuario? He trabajado muchas veces contigo y en esta película te he visto como una balsa, excepto conmigo”.
De la misma opinión fueron Carlos Areces y Arturo Valls, nombres del extensísimo reparto de Tiempo… “Me advirtieron que tenías muy mala leche. Pero todos los días fueron muy fluidos”, declaró el primero, mientras que Valls indicó que la atmósfera del rodaje “era diferente a otros rodajes, donde estás en tensión”.
En su momento, Cuerda dio varios consejos a Alejandro Amenábar, a quien produjo Tesis y Abre los ojos. «No fueron muchos, pero siempre acertados. Uno era el orden en que debíamos poner las cosas: primero comer, luego dormir, luego follar y luego las películas”.
Gonzalo Suárez, Manuel Vicent, Jordi Socías, David Trueba, Ángel Sánchez Harguindey, Pedro Olea, Juan Mariné, María Bardem, Diego Galán, Cecilia Bartolomé, Fernando Bovaira y Fernando Chinarro, entre otros, acompañaron a José Luis Cuerda, que ha hecho reír a los espectadores a su manera. “A José Luis le ofrecieron cerrar el acto de una graduación de estudiantes de cine. Alguien le avisó de que había gente de la diócesis de Alicante y él rompió su discurso y acabó improvisando otro en el que nombraba todos los casos de pederastia de la iglesia”, concluyó Barroso.