Compartieron sus experiencias en el arte de representar a otras y dejaron patente que, además de compañeras, son amigas. Intérpretes de distintas generaciones protagonizaron la primera entrega de Los oficios de la Academia-Radio 3, iniciativa impulsada por la institución en colaboración con la emisora de la radio pública que pone en valor los distintos oficios del cine y permite conocer mejor el celuloide por dentro. Y que mejor que empezar este proyecto que con las profesionales “que te hacen adicto a la gran pantalla”, en palabras del presidente de la Academia, Mariano Barroso: las actrices.
Charo López, Elvira Mínguez, Leonor Watling –en su doble faceta de intérprete y cantante de Marlango– y Natalia de Molina hablaron con Javier Tolentino, conductor del espacio radiofónico El séptimo vicio, de su profesión tras la proyección de Secretos del corazón, cinta de Montxo Armendáriz reconocida con cuatro Premios Goya en la que trabajó Charo López, quien, sin quererlo, fue el centro de atención. “Estar sentada con ‘la López’, oírla, verla, charlar con ella…Es una de las grandes”, dijo Elvira Mínguez, quien se declaró mitomana como Natalia de Molina –“yo también me fijo mucho en lo que hacen mis compañeras”- y Leonor Watling –“si el listón es Charo López, yo estoy en preescolar”–. Abrumada, Charo López pidió a sus colegas “que bajaran el tono”.
“Ser actriz es ser una mentirosa profesional y una persona muy necesitada de entender el mundo y a las personas que nos rodean. Es investigar, jugar, estar con el otro…”, manifestó De Molina, la más joven del cuarteto que, de tener que elegir una película, se decanta por su ópera prima, Vivir es fácil con los ojos cerrados, “porque ahí empezó todo”, puntualizó la ganadora de dos Premios Goya –revelación por Vivir es fácil… y protagonista por Techo y comida-.
‘Poca autoestima y mucho ego’
Leonor Watling echo mano de una frase de Desayuno con diamantes, de Truman Capote: “Para triunfar en este oficio tienes que tener muy poca autoestima y mucho ego. Vivimos de ser inseguros. Una película es como un maratón, en 999 pasos te llevan en brazos, y el último paso lo haces tú. Somos un pigmento en un cuadro muy grande, pero llega la promoción y parece que es el único oficio”.
Lo mejor de Eva, de Mariano Barroso, y Mi vida sin mí, de Isabel Coixet, fueron los títulos que citó Watling, para quien el mejor director “es el que quiera trabajar conmigo”.
Llegó de rebote “y me he quedado en un oficio que vivo como un juego. En mi caso no fue un sueño ni una vocación, es pico y pala”, manifestó Elvira Mínguez, que alzó el Goya a la Mejor Actriz de Reparto por Tapas.
A Charo López le cuesta reconocer “mi voz, mi imagen, pero en Secretos del corazón –que le valió el Goya a Mejor Actriz de Reparto– siempre me he gustado. Ser actriz consiste en poner todo lo nuestro en un personaje, aunque en ocasiones el director te dice que no pongas nada. Y las dos cosas son ciertas”, expresó la veterana intérprete, que de su amplio currículum rescató dos personajes: La Nati de La colmena y Mauricia La dura de Fortunata y Jacinta.
La que para muchos es ‘nuestra Ava Gardner’ –“me lo han dicho mucho. De joven me parecía más a ella, pero la leyenda que se creo sobre ella no le favoreció nada como actriz”–, aseguró que ella de leyenda nada de nada. “En este país no te da tiempo a ser leyenda”, aseguró López, para quien el machismo en el cine “no existe. Nunca he notado diferencias, bueno en el rollo de que las mujeres permanentemente tenemos que estar guapísimas”, subrayó.
López, que siempre piensa en estar subida en un escenario o delante de una cámara “porque es lo que me gusta”, indicó que de algunos directores “he aprendido mucho” y que el único consejo que da es “elegir bien los personajes y trabajar, si puedes, con buenos cineastas”. Lo mejor del oficio es “cuando tienes repercusión popular”.
La velada estuvo amenizada con la música en directo del grupo Marlango.