Observarnos y pensarnos

Por Carla Simon · 28 junio, 2019

La guionista y directora Carla Simon defiende que introducir el cine en la escuela debería ser una prioridad fundamental

Como alumna de la escuela pública, siempre valoré enormemente el crecimiento que me proporcionaba cualquier actividad relacionada con el cine y la cultura. Ahora que estoy al otro lado, colaborando en el proyecto Cine en curso, constato que introducir el cine en la escuela debería ser una prioridad fundamental.

Si todos los niños de España tuvieran la oportunidad de hacer Cine en curso, las salas de cine de autor estarían llenas. Si las salas de cine de autor estuvieran llenas, viviríamos en una sociedad más despierta, más empática, más humana. Sin embargo, Cine en curso no surge solo con la intención de salvar nuestras salas; surge por la obvia necesidad de educar la mirada de los jóvenes y, con ella, su sensibilidad hacia el mundo que nos rodea.

«Me ha cambiado la manera de mirar mi barrio», dice un alumno, «ahora voy en el autobús y me fijo en la luz del cielo, la gente, los sonidos…». Admirar la salida del sol, fijarse en el viento o la lluvia, escuchar la noche, descubrir los rostros de sus abuelos… Reflexionar sobre sus problemas, sus relaciones y su entorno. Retratar aquello que les inquieta, que les conmueve, que les emociona. Eso es Cine en curso. Un canto al cine, a la vida y a la belleza; un grito a la necesidad de parar un momento, observarnos y pensarnos, siempre en positivo.

«El cine habla de la humanidad; humanidad es lo que se aprende haciendo cine»

Erice, Guerín, Lacuesta, Mekas, Akerman, Vardà, Pialat, Dardenne, Denis, Olmi, Godard, Truffaut u Ozu. Los grandes cineastas inspiran a los jóvenes para expresarse filmando una película colectiva. «He aprendido a dialogar, a trabajar en equipo, a ponernos de acuerdo, a ceder, a valorar el trabajo en común, a escuchar y a ser escuchada», dice otra alumna. El cine habla de la humanidad, y humanidad es lo se aprende haciendo cine.

Así pues, educar en el cine no es únicamente poner algunas películas a los jóvenes. Educar en el cine ofrece un sinfín de posibilidades que hacen del cine una opción real de transformar la sociedad, una puerta a la esperanza de convertir el mundo en un sitio mejor.

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