Una fe ciega | Encuentro con Álvaro Fernández Armero, Coque Malla y Gustavo Salmerón

18 octubre, 2019

La Fundación Academia de Cine celebra los 25 años de Todo es mentira con su director y dos de sus actores

El retrato de un grupo de amigos fue muy especial para todos los que participaron en Todo es mentira, una historia para muchos de culto escrita y dirigida por el novel Álvaro Fernández Armero e interpretada por Penélope Cruz, Coque Malla, Jordi Mollá, Gustavo Salmerón, Fernando Colomo, Ariadna Gil, Mónica López, Javier Manrique, Santiago Segura, Irene Bau y Christina Rosenvinge. A través de la pareja protagonista, Lucía (Penélope Cruz) y Pablo (Coque Malla), que se enamoran y se van a vivir juntos, esta ópera prima refleja la inseguridad, la frustración y el encuentro no deseado con la madurez.

25 años después del estreno, su director y guionista y dos de sus intérpretes recordaron este título emblemático de la comedia española de los 90. Podía haber sido una charla de tres amigos en un bar, pero la conversación entre Álvaro Fernández Armero, Coque Malla y Gustavo Salmerón tuvo lugar en la Academia de Cine, donde estos tres madrileños intercambiaron impresiones sobre la que fue su primera experiencia cinematográfica.

“No la había visto en pantalla grande desde que se estrenó y he flipado por la sensación de haber visto un cine de antes, de  lo que es el cine. Sufrí mucho con esta película que no tuvo un éxito inmediato, no se entendió y tuvo pésimas críticas. Sin verla, se recibió como una comedieta española y nosotros, que éramos unos románticos exacerbados, abordamos la historia de manera trágica. Para mí es demoledora, todavía no sé donde está la comedia, pero lo cierto es que hoy, igual que cuando se lanzó, la gente se ríe”, comentó su autor.

“Ha envejecido maravillosamente bien. He oído mucho jijiji con las frases ‘Me voy a Cuenca’ o ‘Me suicidaría comiendo pisto’, pero hay mucha amargura en esta pareja que suelta sus demonios”, apuntó el músico y actor Coque Malla, que hace un año vio esta producción en la 2 de TVE.   

El intérprete y director Gustavo Salmerón solo había pronunciado dos frases en La ardilla roja cuando se presentó ”con un saxofón” al casting  de Todo es mentira. “Me he visto tan verde… con muchas deficiencias actorales”, apuntó Salmerón. “Pues yo te he visto con mucho encanto. Además, los dos estáis igual de flacos que entonces”, añadió Fernández Armero, cuya única experiencia antes de debutar en el largo era El columpio, corto que tuvo “un boom inesperado, despertó el interés de los productores”, recordó.

Y el productor que le llamó para hacer una película fue Enrique Cerezo. “Es falso que escribí el guión en tres días, lo dije sin ser consciente de la ola que se iba a hacer y que me ha arrastrado durante 10 años. Todo es mentira, que  muestra a un veinteañero que descubre lo que es la convivencia, lo que es el otro, tiene mucho de autobiográfico. Invento muy poco, casi todo lo copio, en este caso de mi pareja de entonces, de mi hermana, de gente que conocía”, declaró Fernández Armero, que fichó a Cruz y Malla “porque eran mis amigos y los únicos actores que conocía”, confesó.

“Es un retrato de nuestro grupo de amigos en un momento muy particular de nuestra vida. Fue un rodaje en el que hubo mucha energía porque todos nos implicamos emocionalmente”, apostilló Coque Malla, que también firmó la banda sonora del filme que le valió ser nominado al Goya a Mejor Actor Revelación. “Durante mucho tiempo odié esta banda sonora porque me costó mucho. Solo había hecho canciones de rock and roll con Los Ronaldos. Cuando creas una canción eres dueño del hilo emocional del tema, pero aquí estaba al servicio de Álvaro y de un minutaje”, explicó.

“Penélope iba a ser una estrella”

Fernández Armero, que también aspiró al Goya a la Mejor Dirección Novel, habló de varias escenas del filme y de las frases memorables que escribió y que le decían por la calle –la más  famosa fue ‘Me voy a Cuenca’, expresión a la que recurre el personaje de Pablo cuando le ocurre algo que no le gusta o tiene un choque con Lucía–; de sus referencias –Jim Jarmusch, Woody Allen, la comedia francesa, el cine independiente americano–; y de su interés por el universo femenino. También  desveló por qué la película no se puede ver en ninguna plataforma.  «Cuando los productores Enrique Cerezo y Carlos Vasallo se separaron dividieron el catálogo, “y los derechos de Todo es mentira son del segundo que siempre me ha dado negativas cuando le pregunto por este tema. Tampoco se editó en DVD. Es posible que desaparezca físicamente si no se renueva el material porque desde su estreno en el 94 no se le ha lavado la cara”, indicó.

Alegrías y quebraderos de cabeza con Todo es mentira para su creador, que reconoció que esta producción era la que “más relevancia” había tenido de su filmografía. El director de Brujas, Nada en la nevera y El arte de morir, admitió que después de su ópera prima había rodado “con miedo. Con Todo es mentira  no lo tenía, tampoco tenía formación, contactos, ni experiencia vital. Tenía 24 años y una fe ciega en poder contar una historia. Estaba libre de prejuicios y de referencias, rodé lo que me salía y era todo verdad”, apostilló.

“Es una película hecha con el corazón”, apuntó Salmerón, en cuya casa se celebraba una fiesta todos los sábados durante el rodaje, momento en el que los tres se dieron cuenta que Penélope Cruz “iba a llegar muy alto. Sabíamos que iba a ser una estrella porque tenía una presencia, una capacidad interpretativa…”.

“Vivimos el momento. Todos sabíamos que nos íbamos a dedicar a esto, pero no dónde íbamos a llegar”, señaló Coque Malla, que de no ser músico y actor, le hubiese gustado ser “cocinero o jugador de billar”.

 

Fotos © Adriana Codes

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