“El crítico facilita el encuentro entre el director y el espectador”. Palabra de Anton Merikaetxebarria, que por los 35 años que lleva enseñando a ver películas en las páginas de El Correo recibió el Premio de Comunicación Alfonso Sánchez 2020 de manos de la directora, guionista y productora Arantxa Echevarría.
Creado por la Academia de Cine en memoria del que durante décadas fue la voz española de la crítica cinematográfica, el galardón se entregó por primera vez fuera de Madrid. El Palacio Euskalduna de Bilbao, la ciudad en la que nació, encontró y desarrolló la pasión por el cine, acogió el emotivo homenaje al que es el decano de los críticos de cine en activo de la prensa española.
“La honestidad, la sinceridad y el respeto son las guías de Merikaetxebarria, con cuyas críticas, juicios y recomendaciones puedes estar de acuerdo o no, pero siempre son rigurosas”, destacó el vicepresidente de la Academia, Rafael Portela, para quien el homenajeado nunca se retirará “porque su oficio es su forma de vida”.
Y Merika, como le conocen los compañeros y amigos, que nunca ha faltado a su cita con el lector desde que escribió su primera crítica en noviembre de 1985 –fue una reseña doble de El honor de los Prizzi, de John Huston, y Golfo de Vizcaya, de Javier Rebollo, recordó el director de El Correo, José Miguel Santamaría– mencionó a Pío Baroja, “que caminaba por los bosques de Illumbe oyendo a los pájaros y, cuando salió el graznido de un cuervo, el compañero de Baroja dijo: ahí va un crítico”; y la película de Woody Allen, Annie Hall, para después sentenciar que el cine “es un arte que reúne pasión, sensibilidad, conocimiento y libertad. En definitiva, la poesía de la vida”.
Celuloide en las venas
Cineasta antes que crítico –dirigió, escribió y produjo documentales y cortos; uno de ellos, Ikuska 3, logró la Concha de Oro al Mejor Cortometraje en 1979-, de Merikaetxebarria se destacó que nunca “ha hecho sangre ni ha sido cruel”, que su cine favorito es “el humanista y de estirpe clásica”, su cinefilia y su papel en el surgimiento de la nueva corriente del cine vasco.
El director de El Correo aseguró que sigue llamando al periódico después de enviar la crítica “para confirmar que ha llegado bien”, y Arantxa Echevarría le definió como “un hombre de cine. Su aspecto es cinematográfico y por su sangre corre mucho celuloide”, apostilló la autora de Carmen y Lola, quien añadió que cuando un cineasta estrena su ópera prima tiene pavor “a la taquilla del primer fin de semana y a la opinión del crítico. A Anton le gustó Carmen y Lola”.
Con su inseparable visera y sus camisetas –para recoger el premio lució una del Festival de San Sebastián-, Merikaetxebarria contuvo la emoción durante el visionado del vídeo en el que Imanol Uribe, Javier Aguirresarobe y Ramón Barea, entre otros, le felicitaban por el Premio Alfonso Sánchez.