Los autocines resurgen ante la crisis sanitaria

Por María Gil · Fotografías de ©Autocine Madrid Race · 28 mayo, 2020

Son los primeros en reabrir, antes que las salas convencionales, y con la Covid-19 se han convertido en una apuesta segura para festivales como el de Huesca y un modelo que no deja de crecer, en forma de autocines temporales

Junto a los coches y los espectadores, las mascarillas y el gel desinfectante protagonizan la reapertura de los autocines en España. Se popularizaron mundialmente en los años 50 y 60 y ahora, en tiempos de distanciamiento social, se han revelado como una forma de ocio segura para los cinéfilos. “Realmente parece que está hecho para convivir con este tipo de virus ya que cumple de por sí con todas las medidas impuestas”, asegura Cristina Porta, fundadora de Madrid Race, uno de los seis autocines que hay en nuestro país y que, al igual que el de Getxo, abrió sus puertas el 27 de mayo, tras más de dos meses con la pantalla en blanco.

Lo hicieron con un título icónico de estos espacios, Grease. “Vimos en Facebook que reabriría en la Fase 1 y que se podían comprar entradas sin fecha. No sabíamos que nos asignarían justo la primera sesión y el primer día”, cuenta Beatriz, una de las espectadoras de esta reapertura en Madrid, donde los tickets solo se podían adquirir online y se validaban por un escáner desde la ventanilla del coche.

Al igual que sus amigos, acudió tranquila a esta sesión.“Al final vas en tu coche, con gente que conoces, y sabes que todos estáis bien. Nos sabemos de memoria Grease y es maravilloso volver a verla”, reconoce esta asidua al autocine, para la que, en la sesión de ayer, “hubo poca diferencia a la experiencia de otras veces. El restaurante estaba cerrado, pero podías pedir la comida a través de la web y te la llevaban al coche; en cada mesa de la terraza había gel para desinfectarse y mamparas entre las mesas y para pedir en la barra te pedían que guardaras la distancia”. Con miedo no, “pero sí con respeto y precaución” asistió Natalia a este reencuentro con el cine, que reivindica que ha sido posible “gracias al cuidado de los trabajadores, que hacen todo lo posible por mantener la seguridad”.

La inquietud la han vivido más los propietarios de estos espacios, ante la expectación que han generado. “El día de la reapertura tuvimos los nervios más bien típicos de una inauguración, nervios por volver a ver a nuestro público, por saber como funcionaría una programación poco habitual, y por haber sido durante unos días el foco de atención de los medios”, recuerda Carles Miralles, al frente del autocine Drive In de Denia, el primero que pudo reanudar su actividad en nuestro país, el pasado 14 de mayo, proyectando una doble sesión con Los Minions y Parque Jurásico.

Por la propia naturaleza del modelo, el público disfruta la proyección al aire libre en una pantalla gigante, desde su propio vehículo, respetando la distancia social, sintonizando la emisora en su coche y sin necesidad de entrar en contacto con otros asistentes. “Aún así, hemos extremado las precauciones reforzando la seguridad en todo el recinto y distanciando las mesas”, explica Porta, que pone cifras a la readaptación. “Nuestro aforo se ve reducido en la Fase 1 a 200 personas Fase 2 al 30% y Fase 3 al 50%”, señala.

La falta de una legislación específica para los Autocines, les ha obligado a analizar los diferentes artículos del BOE que les pudieran afectar. “La zona de la terraza se ha adaptado a las normativas de las terrazas; en cuanto al aforo, hemos asumido el máximo de espectadores en espacios exteriores y aplicado una separación de 3,50m entre coche y coche, aunque en ningún caso se nos ha exigido”, detalla Miralles, que tras diez días con el autocine abierto hace balance de los efectos de la limitación de aforo en Denia. “No se hacen grandes cajas, pero no hemos perdido dinero, hemos vuelto a ver a nuestros clientes y pensamos que incluso hemos ofrecido un servicio público, en cierto modo”, destaca.

Su vuelta a la actividad está siendo tan asimétrica como el propio desconfinamiento. Según Miralles, están todos en contacto, “sobre todo los tres de la Comunidad Valenciana, por cercanía e historia. Al principio hubo un intento de coordinación, pero la diferente evolución de la desescalada hizo que nosotros tuviésemos que dar un paso adelante y avanzar en la reapertura”.

Aunque Madrid y Getxo sí han coincidido en el día del regreso, el autocine vizcaíno ha tenido que esperar a la Fase 2 para poder reabrir sus puertas, debido a las limitaciones del Gobierno Vasco; mientras que en la Comunidad de Madrid ha sido posible hacerlo desde la Fase 1. “Desde el Gobierno autonómico han demostrado apoyo total y en fases venideras intentarán ayudarnos a impulsar el negocio hasta que las medidas lo permitan”, confirma Porta.

Los otros tres autocines españoles que ya existían en España les seguirán en los próximos días: El Sur (Muchamiel) no levantará el telón hasta el 29 de mayo; habrá que esperar al 1 de junio para ver una película en el Star de Valencia y al día 5 para hacerlo en el de Gijón, que apostará por Mad Max: furia en la carretera y Joker como los títulos para el retorno.

Invisibles, de Gracia Querejeta. Foto: ©José Haro

Un festival con autocine

Las posibilidades de este formato no han pasado inadvertidas para los festivales. El autocine está llamado a ser uno de los ejes fundamentales del Festival de Huesca 2020, que ha mantenido su fecha de celebración del 10 al 20 de junio. Con la idea de contar con todas las actividades presenciales que fueran posibles, la adaptación de esta 48 edición a las circunstancias les ha llevado al autocine. “Cubre esa parte de carácter festivo y de evento social que tiene un certamen dentro de una ciudad”, desgrana Rubén Moreno, director de la muestra.

La película de inauguración, el documental Marcelino, el mejor payaso del mundo y los títulos míticos del recientemente fallecido José Luis Cuerda, Amanece que no es poco y Tiempo después son algunos de las historias que han programado en la cita oscense. También se verán Aprendiendo a conducir, película de Isabel Coixet, a la que el certamen entrega su Premio Honorífico Luis Buñuel y el cortometraje La chica de la orquesta, de Isabel Soria y José Manuel Herraiz.

Además, van a recuperar Invisibles, de Gracia Querejeta, que vio interrumpido su recorrido comercial por la pandemia. “Justo se estrenó una semana antes de que se cerraran los cines y a Huesca no había llegado. Es importante visibilizar a esas películas que se han quedado en mitad de la nada”, defiende Moreno, para el que todas estas cintas encajan con el espíritu del espacio en el que se proyectarán.

De momento reconocen que el feedback de los oscenses ha sido muy positivo –“Un autocine no es muy habitual y menos en una ciudad pequeña de provincias. Estamos acostumbrados a verlo solo en las películas”– y esperan que eso se traduzca en que se llenen las plazas de 250 coches que tendrá.

“Es lo que nos permite la Fase 2. Aunque cuando se celebre el festival probablemente ya estaremos en Fase 3, vamos a ser conservadores por seguridad y quedarnos con el aforo de la fase anterior”, aclara Moreno, que desea que “otros festivales utilicen esta idea porque creo que es una manera muy digna para salvar un año muy difícil. No estamos descubriendo nada, ni tenemos ninguna pretensión de ser los únicos o los primeros. Si podemos ayudar a otra cita que lo quiera poner en marcha aquí estamos. Al final, el objetivo de un festival es apoyar al audiovisual”.

Tras el visto bueno del ICAA, se han puesto manos a la obra para generar esta infraestructura en el Recinto Ferial de Huesca. Un desafío económico, técnico y burocrático mayor que cuando se utiliza un teatro o centro cultural ya existente, que cree que puede haber desanimado a otros festivales más pequeños a explorar esta vía.

Diseño Cinemacar Alicante

Un boom de autocines temporales

En Alemania y Corea los autocines han experimentado un aumento en el negocio durante la crisis sanitaria y dentro de nuestras fronteras son cada vez más los municipios que se decantan por promoverlos. “Ha habido cierto auge con este modelo de negocio y creemos que la tendencia viene para quedarse. Están abriendo autocines pero hasta ahora son todos temporales. Los seis que actualmente están abiertos son permanentes”, distingue Porta.

En Pamplona, desde este lunes 25 de mayo, cuentan con un nuevo autocine en el pabellón multiusos Navarra Arena, que co-gestionará la distribuidora Golem conjuntamente con este espacio de titularidad pública. El aforo para cada sesión será de 60 vehículos con un máximo de dos ocupantes por cada coche y rondará un precio de 10 euros. Eso sí, la primera sesión fue gratuita para sanitarios navarros.

Por su parte, varios ayuntamientos gaditanos han optado por el autocine gratuito como oferta de ocio para sus ciudadanos. Es el caso del Vejer de la Frontera, Chiclana, El Puerto, Castellar de la Frontera y Conil de la Frontera, que han anunciado iniciativas similares a un ‘autocine de verano’.

Frente a estas iniciativas temporales, el 11 de junio se abrirá Cinemacar Alicante, que promete ser el autocine más grande de Europa, con capacidad para más de 400 coches. La cinta del puercoespín Sonic será la encargada de dar el pistoletazo de salida a este recinto ubicado en Rabasa, que sí tiene vocación de perdurar.

En el extremo opuesto, desde la veteranía de más de 40 años con la que cuenta el autocine de Denia, su responsable se muestra cauto ante este boom. “Siempre es bueno que el negocio se amplíe, pero nos preocupa un poco que un producto tan personal hasta el momento se banalice y sea como una moda pasajera. Muchos llevamos décadas defendiendo nuestro modelo de negocio, sabemos que pueden ser rentables en muchas zonas del país, y sería una pena que por abrirse sin el correcto asesoramiento muchos de esos establecimientos se vieran abocados al cierre en pocos meses”, advierte Miralles.

Foto: ©Autocine Madrid Race

 

Mucho más que cine

La nostalgia y Steven Spielberg son los reyes de las sesiones post Covid-19. Pulp Fiction, Los Goonies, Gremlins, Indiana Jones, Cantando bajo la lluvia, Mamma Mia, Batman, Tiburón y películas infantiles como Mascotas, Spiderman o Mi villano favorito son algunas de las historias en cartelera estos primeros días de reapertura en los autocines, donde la fórmula pasa por películas icónicas y grandes taquillazos de cine familiar.

“Debido a la falta de estrenos nos veremos obligados a continuar con este tipo de programación, incluso cuando lleguen los estrenos, ambos estilos deberán combinarse dentro de nuestro espíritu de Programa doble”, destaca Miralles. A ellos, al igual que al Autocine Madrid Race les están llegando iniciativas muy diversas para acoger otro tipo de eventos culturales.

“Veremos mucho más que cine: teatro, conciertos, comedia…”, secunda Porta que ha recibido “todo tipo de propuestas y las hemos acogido con muchas ganas ya que esto abre posibilidades a otros sectores que ahora mismo se encuentran inactivos”.

Con las salas tradicionales de exhibición todavía cerradas –se espera su apertura a finales de junio o principios de julio coincidiendo con los primeros lanzamientos– durante estas semanas el autocine es la única manera de ver un filme en pantalla grande. Además de a los habituales aficionados a este modelo –“Nos gusta un montón porque estás tranquilamente en tu coche, no te molesta nadie y puedes comentar la película sin fastidiar a los que están a tu lado”, apunta Beatriz–, los autocines intentan atraer a nuevos espectadores.

“Con cuatro décadas a las espaldas hemos vivido muchos cambios de afición, luchamos contra muchas opciones de ocio. Algunas llegan y se van, como la piratería y el VHS, otras llegan para quedarse como las plataformas de pago o el fútbol. El problema es similar al de las salas cerradas, pero un Autocine es un poco más que todo eso: es aire libre, es terraza, es cena, es intimidad, es noche de cine al aire libre en familia”, reivindica Carles Miralles, que incide en que “mientras la amenaza del virus esté ahí, este será el espacio más seguro para disfrutar del cine”.

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