La sombra de Rafael Azcona no preocupa a Víctor García León, que confesó haberse sentido «muy cercano» a la novela Los europeos, en la que basa su último largometraje. “Ha sido un lujo poder adaptarla y que haya llegado hasta nuestros días sin que nadie lo haya hecho antes”, reconoció el cineasta que, arropado por los actores Raúl Arévalo y Juan Diego Botto, el coguionista Bernardo Sánchez, la directora de fotografía Eva Díaz y los productores Enrique López Lavigne y Jaime Gona, presentó la cinta en el certamen malagueño. “Azcona no se planteaba pasar a la posteridad, ni cuidar su legado. Creo que le hubiera gustado la película”, aseguró.
Los europeos traslada al espectador a la Ibiza de posguerra, concretamente al verano de 1958, donde dos amigos madrileños deciden pasar sus vacaciones en una isla repleta de veraneantes extranjeras, que se convertirán en su objetivo amoroso, y donde la rígida moral de la España franquista da la sensación de estar muy lejana.
Juan Diego Botto interpreta a Antonio, hijo del jefe de Miguel (Raúl Arévalo), alguien que «tiene la vida resuelta, siente que las normas a él no se le aplican, que es consciente de la farsa de la moral de la época y disfrutara lo más posible del hedonismo mientras pueda”, en palabras del actor, que tuvo como referente para construir su personaje a la familia Panero.
«Estos personajes son un dibujo de los que fuimos y nos ayuda a entender porqué somos lo que somos”, añadió Botto, al que secundó Arévalo. “Yo podía entender sin problemas a Miguel, un delineante que intenta prosperar y que se ve arrastrado por su amigo. Pese a estar en 2020, lo comprendía porque mi madre sigue teniendo esas frases que parecen de mi abuela y esa educación que te dice que siempre hay que ahorrar y en la que parece que disfrutar es malo. He sacado todo mi Móstoles y mi pueblo de Segovia en este papel», añadió.
Ibiza, el país de Peter Pan
Para el director, el título del filme alude al complejo que aún hoy persiste de los españoles, frente al resto del mundo. “Cuando tú ves una peli que se llama Los europeos no te sientes interpelado, son los otros, más allá de los Pirineos. Esto implica unos complejos y un estar en la vida como en un cuarto pequeño del que no queremos salir. Somos los del mito de la cueva de Platón, a los que les han enseñado la luz un momento y volvemos corriendo a la cueva donde estamos más confortables”, explicó.
Inevitablemente, estos dos amigos que intentan ligar con extranjeras y que quedarán fascinados con Odette (Stéphane Caillard) remiten al espectador al fenómeno cinematográfico español del landismo. “La novela de Azcona es anterior al concepto de landismo, pero es verdad que posteriormente se lee de otra manera”, reflexionó el co-guionista Bernardo Sánchez. En este sentido, aunque la cinta quede muy lejos de aquellas comedias de los 70, García León sí cree que se puede ver como un “viaje por el lado oscuro del landismo”.
«Nos desenamoramos de las fantasías porque nunca son lo que imaginamos»
Ese lado oscuro tiene como principales víctimas a las mujeres, en una época en la que el aborto estaba penalizado e imperaba una moral patriarcal que las dividía entre «queridas» y «mujeres adecuadas para casarse». Fue este dramatismo que genera la posguerra lo que les llevó a mantener el tiempo de la novela, que intentaron recrear a través de la fotografía, la luz y el cromatismo. “No queríamos hacer una película nostálgica de lo que no está, pero sí que tuviera el sabor de un cine que ya no se hace», desgranó García León, que se fijó en los filmes italianos de los 60, como Una vida difícil, La dolce vita o La escapada.
«Nos enamoramos de las fantasías y nos desenamoramos porque nunca son lo que imaginamos. Para mostrar ese paraíso perdido y esa Arcadia no nos venía bien la actualidad. Ibiza en esa época de alguna manera era ese país de Peter Pan donde pasan cosas que inevitablemente se pierden”, concluyó el realizador.
Un futuro estreno en salas
La película llega al canal Orange TV este lunes, 31 de agosto, un estreno online previo a su paso por los cines. «Que una película se estrene en plataformas directamente no significa que no se vaya a ver en salas. Esta película merece una sala», puntualizó el productor Enrique López Lavigne en la rueda de prensa. Las razones que les han llevado a esta elección las situó en la situación extraordinaria por la pandemia.
«Nos ha pillado la COVID-19 de pleno en el estreno. Ahora las incertidumbres son todas. No es ir en contra de ningún sector, queremos que las películas se vean y ahora ha aumentado el consumo en casa, pero claro que queremos estar allí cuando vuelva la gente a los cines. Nosotros estamos aquí para hacer películas que lleguen a la gente y que ya ellos escojan la pantalla», defendió.