El estilo Berlanga

Fotografías de Maui Losada · 16 abril, 2021

Manuel Gutiérrez Aragón, Antonio Muñoz Molina y Sol Carnicero disertan sobre el cineasta valenciano en la Academia

Su personalidad, sus películas, sus problemas con la censura, su relación con los intérpretes, su vigencia, la inclusión del término berlanguiano en el diccionario de la RAE… El cineasta y escritor Manuel Gutiérrez Aragón, el escritor Antonio Muñoz Molina y la directora de producción Sol Carnicero se reunieron para hablar de Luis García Berlanga en la Academia de Cine. Y la figura del maestro valenciano dio para mucho. “Le conocí en la Escuela de Cine, era un profesor atípico, íbamos mucho a la cafetería Manila, donde nos ponía trampas para que habláramos. Luis sacaba tajada de lo que hablaba la gente”, contó Gutiérrez Aragón. Muñoz Molina no trato mucho a Berlanga, con el que Sol Carnicero pasó “muchísimo” tiempo –trabajó en la trilogía nacional y en La vaquilla–. “Era quisquilloso, puñetero, maravilloso”, dijo.

Los tres volvieron a ver la historia con la que la Academia inauguró las proyecciones de las películas que exhibirá de Berlanga, Novio a la vista (1954) basada en un argumento de Edgar Neville, que también firmó el guion junto a Berlanga, Juan Antonio Bardem y Jose Luis Colina.

“Berlanga, con un punto de coquetería, siempre hablaba mal de Novio a la vista y de Calabuch. He revisado Novio… y hay una voluntad de puesta en escena, del manejo de la cámara. A primera vista parece ingenua, ñoña a veces, pero Luis era un gran creador de imágenes y, desde sus primeras películas, se nota lo que pensaba de las relaciones humanas. Sus comedias ocultan muchas veces un tremenda amargura del ser humanos. Esta película tiene imágenes muy frescas y también habla de la lucha de sexos. Corría el año 1953 y un señor de Valencia ya hablaba de esto”, indicó Gutiérrez Aragón.

De la tercera producción de Berlanga, Muñoz Molina apuntó que le había “desconcertado” en su revisión. “Es una pastiche de época y, a la vez, hay momentos muy suyos. En su cine siempre está la evidencia y la crueldad de las realidades sociales; la multitud como rebaño opresor; sus extraordinarios golpes de humor. Veo mucho de Berlanga en esta película hecha a contracorriente, porque en esa época se hacía cine de manera muy precaria, lo que me hace amar más esta película”.

Novio a la vista es una comedia de época cuya sátira era transferible a la sociedad española de los años cincuenta. Producida por Benito Perojo y con la gran actriz Julia Caba en un reparto que estuvo a punto de protagonizar Brigitte Bardot. “Luis quería a Brigitte Bardot, le gustaba mucho las pruebas que hizo, de las que guardaba fotos. Pero Bardot estaba comprometida en otra película, y Perojo, por una semana, no quiso esperar”, recordó Carnicero, quien confesó que el cineasta “no podía” con la actriz que protagonizó la película, Josette Arno.

Berlanguiano, algo muy español

Más allá de Novio a la vista, Muñoz Molina, para quien el legado de Berlanga “pertenece a una tradición española que es muy cervantina, la de la comicidad amarga de la vida”, destacó la vigencia de Berlanga.”El arte sobrevive porque está muy bien hecho. Berlanga no subraya su estilo, parece que está rodando como a barullo. Cuando un director tiene una manera muy marcada, envejece antes. Además, siempre tuvo cerca excelentes escritores de cine”.

“Berlanga tenía verdadera devoción por Azcona, con el podría expresar lo que pensaba”, añadió Gutiérrez Aragón , que el primer rodaje que visito fue El verdugo. “Nadie sabía que El verdugo iba a ser El verdugo. Ahora todos hablan de sus retratos sociales lúcidos y críticos, pero hasta que no hizo El verdugo se consideraba que su humor se quedaba en el humor”.

Para Carnicero, Berlanga fue “muy valiente” haciendo El verdugo. La directora de producción, que calificó de “lujo” el haber trabajado con el trío Berlanga-Azcona-Alfredo Matas, también resaltó que el cineasta siempre cumplió los planes de rodaje y que los intérpretes le interesaban mucho, “pero no les daba instrucciones porque quería que la actriz y el actor le sorprendiera”.

Y, ¿qué es berlanguiano? les preguntaron para terminar la conversación, y cada uno dio su definición. “Una naturalidad amarga y compasiva”, expuso Muñoz Molina. “No quería tener un estilo ni ser pomposo, pero ves una película y sabes que es de él porque son un testimonio muy contundente de la época que retratan”, dijo Gutiérrez Aragón. Sol Carnicero se explayó: “Actitud humana mezcla de pulsiones aparentemente contradictorias: picaresca, descreimiento, caos, torpeza, generosidad, miseria, compasión y ternura. Típicamente española”.

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