Una mujer víctima de la historia | Encuentro con Nora Navas y Bruna Cusí

26 mayo, 2021

Las protagonistas de La vampira de Barcelona charlaron en la Academia de Cine, tras la proyección de la película dentro del ciclo ‘Más cine español’

La versión cinematográfica sobre Enriqueta Martí, que fue acusada del secuestro, explotación y asesinato de niños en la Barcelona de principios del siglo XX, se proyectó por primera vez en la institución este martes, en una sesión que contó con la presencia de la actriz y vicepresidenta de la Academia Nora Navas, que encarna a la conocida como ‘vampira del raval’, y de la actriz Bruna Cusí, que da vida a Amèlia en la cinta de Lluís Danés. Las intérpretes catalanas compartieron con el público detalles de este filme, que se estrenó en plena crisis sanitaria y permanece inédito en muchas zonas de nuestro país.

“Hay personajes que están en la memoria colectiva. Luego cuando empiezas a rascar ves que sabemos solo el título, así que puedes indagar porque se cree que son conocidas, pero no tanto”, señaló Navas, que ve la película como “un pequeño homenaje a una mujer que nunca fue juzgada, ni para bien ni para mal”.

Para comprender el contexto de la época, donde se mezclan una ciudad burguesa y modernista y otra sórdida y sucia, y acercarse a la controvertida figura de Enriqueta Martí sin prejuicios se basaron en un libro de la historiadora Elsa Plaza. “Tenía todo para ser estigmatizada: era mujer, pobre, prostituta, con problemas mentales y encima tenía una herboristería, que era una mujer sabia”, reflexionó la intérprete que le da vida, quién empatizó y sintió pena “como mujer y madre”, porque “Enriqueta quería ser madre y tenía un cáncer de útero, sangraba. Todos la llamaban bruja”.

Ambas coincidieron en que “nunca hay que juzgar al personaje” y que es la propia complejidad de la película y el espectador el que puede hacer este juicio. Para las intérpretes, Enriqueta y Amèlia son mujeres víctimas de la historia, obligadas a prostituirse para sobrevivir. “Se transmite que no se podía salir de ese lugar, de esa pobreza”, apuntó Navas, “Amèlia quiere buscar una vida mejor y cantar, pero ahí están los poderes fácticos”.

Cusí abordó a Amèlia “como un alter ego de Enriqueta de joven» y contó que la propuesta de Lluís Danés le atrajo porque podía “explorar otro tipo de registro, más enfocado a la sensualidad, a la femme fatal. No es el tipo de personaje que me ofrecen a primera vista”. A la hora de preparar el papel, la intérprete catalana puso el acento en el lenguaje. “Quería que hablaran como las clases bajas en esa época, una mezcla de marineros, delincuencia y prostitución. Descubrí una obra sobre el argot de esa época y con la ayuda de un lingüista incluimos en la interpretación algunas expresiones o formas de hablar”, rememoró.

Sombras chinescas y teatralidad

El estilo onírico, teatral y del inicio del cine, que caracteriza a Danés y a La vampira de Barcelona también tuvo espacio en este encuentro. “Yo ya estaba muy acostumbrada a su lenguaje. Había trabajado con Lluís en teatro y videoclips y llevaba hablándome de La vampira de Barcelona seis años”, señaló Cusí, que confió “plenamente” en ese riesgo, que incluye guiños a Meliès, ilustraciones y sombras chinescas.

“Yo no estoy tan acostumbrada a lo formal. He hecho mucho más cinema verité. Pero realmente cuando te pones a crear al personaje, poco a poco y desde la verdad, ya está. Yo le decía a Lluís que fuera muy valiente ya que presentaba una propuesta visual tan potente”, apuntó Navas.

Al igual que el protagonista masculino de La vampira…, Roger Casamajor, y parte del reparto, las dos actrices son rostros del cine de Agustí Villaronga. “Uno de los referentes de Lluís es precisamente Villaronga”, corroboró la vicepresidenta de la Academia, que conectó el linchamiento social que sufrió Enriqueta Martí por parte de la prensa y cómo fue una cabeza de turco para ocultar la verdad, con las actuales fake news.

Tras esta producción histórica, que se presentó en Sitges y conquistó cinco Premios Gaudí –mejor película en lengua catalana, dirección artística, vestuario, efectos especiales y maquillaje y peluquería–, Navas y Cusí están inmersas en proyectos de teatro y en la gran pantalla. La primera tiene pendiente de estreno Libertad, de Clara Roquet, y la segunda acaba de aterrizar en cines con Mia y Moi, de Borja de la Vega.

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