La Caja de las Letras del Instituto Cervantes ha acogido este lunes el legado in memoria del cineasta, fotógrafo y escritor Carlos Saura, que incluye la cámara fotográfica del artista, así como un guion inédito, un ‘fotosaurio’ y varios dibujos originales.
El contenido del legado, depositado en la caja número 1.468 y que será abierto dentro de 30 años, incluye un ‘fotosaurio’, una mezcla de fotografía y dibujo característica de la obra del artista aragonés. En este “bazar Saura”, en palabras de la hija del director oscense, Anna Saura, debido a que abarca el carácter “multidisciplinar” del cineasta, también hay numerosas imágenes captadas por el autor de Deprisa, deprisa, con fotos en rodajes o con equipos de sus películas (Maribel Verdú o Fernando Fernán Gómez son algunos de los retratados); autorretratos; la única imagen en la que los siete hijos de Saura están reunidos; los retratos que se hicieron por primera vez Eulàlia Ramón y Saura.
Entre otros objetos personales introducidos en la caja se encuentra una de sus gafas graduadas, un original mecanografiado del primer cuento que escribió, El amor de mi vida, y un guion inédito titulado ¿Querida, me alcanzas el cuchillo? “Hay varios guiones que, por determinadas circunstancias, no salieron a la luz, pero este era uno de sus favoritos. Igual dentro de 30 años a alguien le apetezca rodar esta película”, declaró Anna Saura, que recordó que este thriller fue escrito por el artista aragonés junto a su pareja, Eulàlia Ramón, hace más de quince años.
La familia de Saura también ha entregado varios libros escritos por el cineasta –De imágenes también se vive, Casi unas memorias, La España de los 50, Fotosaurios de cine– cuadernos escolares de primer grado del autor de La caza, dos postales de la película Pajarico y una fotografía de Carlos Saura en 1970, entre otros objetos. El acto ha contado con la participación del director del Cervantes, Luis García Montero; la actriz y viuda de Carlos Saura, Eulàlia Ramon; y de dos de sus hijos, Anna y Antonio Saura.
Para García Montero, tiene una «significación especial» el recibir el legado de un artista que ha conformado “buena parte de la educación sentimental” en el cine español del siglo XX. “El magisterio de Saura y su prestigio internacional está ahí y, cuando pienso en él, me vienen las palabras de entendimiento y diálogo”, ha manifestado el director del Cervantes.
Mil directores en uno solo
Al legado le ha seguido una mesa redonda en homenaje al que fue Goya de Honor 2023 con los directores Paula Ortiz y Fernando Colomo, el presidente de la Academia de Cine, Fernando Méndez-Leite, y Anna Saura y Eulàlia Ramon. Para Fernando Colomo, Saura ha sido, “dentro de los grandes maestros del cine español, el que tenía más sentido audiovisual”. Tras recordar algunos de sus títulos como Ay, Carmela o Elisa, vida mía, Colomo ha destacado la influencia del director en sus inicios, tras ver un storyboard del largometraje Llanto por un bandido dibujado por Saura en una revista.
Por su parte, Paula Ortiz también ha apuntado a Elisa, vida mía como una de las películas que más le han “marcado” en su trayectoria. “Saura para mí fue la capacidad de sorpresa, de conocer que podía haber mil directores en uno solo. Fue capaz de mostrar un uso del lenguaje intenso y extremo y lo llevó muy lejos”, ha subrayado.
Fernando Méndez-Leite ha comentado con humor la “desazón” que provocaba Saura con sus películas a los nuevos directores, poniendo como ejemplo a Los golfos. “Era una película sorprendente, fue la primera vez que en España se veía una cinta con la fuerza de las películas neorrealistas y con el punto de vista de oposición al régimen franquista”, ha concluido.