Blancanieves, rumbo a Hollywood

27 septiembre, 2012

La película de Pablo Berger también competirá en los Premios Ariel

Blancanieves ha sido elegida por la Academia de Cine para representar a España en la categoría de Mejor Película de Habla No Inglesa en la 85 edición de los Oscar. La cinta muda y en blanco y negro del cuento de los hermanos Grimm, que también competirá en la 55 convocatoria de los Premios Ariel en el apartado de Mejor Película Iberoamericana, fue la opción escogida por nuestros académicos por delante de El artista y la modelo, de Fernando Trueba, y Grupo 7, dirigida por Alberto Rodríguez. Ahora, la última palabra la tienen los académicos estaudonidenses, que el próximo 10 de enero darán a conocer las cinco cintas finalistas al galardón.

En un breve acto celebrado en la sede de la institución, con el patrocinio de NH Hoteles, los actores Alberto Ammann y Bárbara Lennie, acompañados de Enrique González Macho, presidente de la institución, y el notario Luis Enrique García Labajo, anunciaron que la película seleccionada era la Blancanieves muda, en blanco y negro y teletransportada a la España de los años veinte protagonizada por la joven debutante Macarena García, el mexicano Daniel Giménez Cacho, Maribel Verdú y Ángela Molina, que este viernes llega a las salas.

Aplausos, felicitaciones y enhorabuenas. Así recibieron a Pablo Berger, al productor Ibón  Cormezana y a la actriz Macarena García los periodistas. El director bilbaíno estaba “como Joker, no puedo reír más. Estoy flotando… Ha sido un largo viaje –8 años–, pero después de cómo nos recibieron en el Festival de Toronto –donde conectó con público y crítica– y en San Sebastián –donde opta a la Concha de Oro– estamos en una montaña rusa que sube y sube, no sabemos cuando parará”.

La primera pregunta no se hizo esperar. El año pasado triunfó en los Oscar The Artist, de Michel Hazanavicius, también muda y en blanco y negro. “The Artist tuvo un gran éxito y nos abrió las puertas. Los franceses nos ganaron la carrera pero, gracias a su triunfo, Blancanieves se estrena en 74 salas en lugar de 3 y con una potente campaña de promoción. Espero encontrarme con Hazanavicius y hablar con él porque nuestra experiencia ha sido similar”, declaró Berger.

Y es que el camino de esta personal versión de Blancanieves no ha sido fácil. “Muchos productores no  pasaron de la primera página. Muda y en blanco y negro, pero también es una película de época ambientada en los años veinte y taurina”, explicó el director, que encontró en su amigo  Ibón Cormenzana al compañero de viaje. “Ibón me preguntó si tenía un guión con proyección internacional, y le contesté que tenía una gran locura”. Cormenzana leyó esa “locura” en un viaje de avión Madrid-Barcelona. “No es fácil que la gente diga que sí, pero sobre todo los independientes tenemos que arriesgar y jugar”, apostilló el productor.

Incombustible, Berger transmitió su energía a todo el equipo. “El cine es un salto al vacío, caminar sobre la cuerda floja. Algunos lo entienden así, y otros optan por copiar fórmulas anteriores que han funcionado. Pero el público siempre va por delante y hay que sorprenderle, darle algo diferente y nunca menospreciarle”, resaltó el también autor de Torremolinos 73, a quien optar al Ariel le hace “muchísima ilusión. Soy un enamorado del cine y la cultura mexicanas. Creo que esta historia conectará”, subrayó Berger, que no dudó ni un segundo en hacer caso a su “asesor taurino en la sombra, el director y guionista Agustín Díaz Yanes, a la hora de elegir a Giménez Cacho para el papel “del torero más grande de aquella década”.

 

OLIMPIADA EN LOS ÁNGELES

Berger ejerció “de Bilbao” y cuando le preguntaron sobre las posibilidades de su segunda obra para traerse el Oscar, contestó con un rotundo: “Muchísimas. Lo veo así porque durante ocho años he tenido muy claro que tenía un guión que merecía la pena, que era algo especial. He sido como el Leónidas de 300, pero menos cachas. El cine es una carrera de obstáculos, no es una línea recta. Lo que nos impide llegar al Oscar son otras películas, así que vamos a trabajar para la Olimpiada que se celebrará en Los Ángeles. La carrera empieza hoy, ya están nuestros publicistas estadounidenses trabajando, ahora tienen que coger el megáfono y anunciar el ‘pase y vean’ de la Blancanieves que hemos hecho para que los académicos la disfruten y la voten”.

Berger, que recordó que la primera vez que notó que su película funcionaba fue en la sala de proyecciones de la Academia, “donde nuestros compañeros, que son técnicos, pero son público, se emocionaron y nos felicitaron”, dejó muy claro que la opción de los académicos españoles “no es ni la mejor ni la peor película. Es la industria del cine español  a través de los profesionales de los equipos: maquillaje, peluquería, efectos especiales, música… Es una película grande porque hay 539 nombres en los títulos de crédito”.

Pablo Berger, que continuará contando historias a pesar de los recortes –“desde que estoy en el cine conozco la palabra crisis, así que estamos acostumbrados a la batalla”–, está en un globo del que no se quiere bajar. “Ayer, en el Liceo –donde presentó la película con orquesta incluida y la voz de la cantante Silvia Pérez Cruz–, vivimos una noche mágica. Todo lo que está pasando es fundamental para el estreno de mañana”, apostilló Berger, a quien no hay nada que le guste más “que una sala llena de gente compartiendo la catarsis que es el cine”.

El optimismo de Berger, para quien este día “era una señal porque mi madre nació un 27 de septiembre”, era contagioso. La debutane Macarena García, confesó que lo de lograr el Oscar “es algo que todas las actrices hemos imaginado en el espejo del baño. Hicimos una película felices, si encima ganamos…”.

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