Cineastas de raza | Homenaje a los Profesionales 2015

29 mayo, 2015

La Academia celebró su tradicional Homenaje a los Profesionales en el que tributa a personas con una trayectoria muy vinculada a la cinematografía

Fue una tarde especial. Ellos, poco acostumbrados al brillo y el calor de los focos, se sintieron arropados por sus más queridos, por su industria. La profesión quiso rendir el tributo que merecen a cuatro profesionales dedicados en cuerpo y alma a la cinematografía, habitualmente en la sombraEl presidente de la Academia, Antonio Resines, quiso destacar en su discurso que ellos eran “grandes desconocidos para el público, pero no para el sector, para el que, además de haber dedicado vuestra vida al amparo de los títulos de crédito, desempeñáis una gran labor”. Todos los intervinientes concidieron en destacar precisamente eso: ellos son necesarios, imprescindibles y fundamentales. Paco Ardura, María Dolores Gutiérrez, Teresa Isasi Nieves Marotopercibieron anoche que sus compañeros les reclaman como esenciales en un oficio que se mueve por caminos escarpados, a veces volátil, pero que puede dar y da muchas alegrías a los que realmente lo sienten, a los que llevan el cine en las venas.

Ex miebro de la Junta Directiva en la especialidad de Dirección de Producción, Yousaf Bokhari, resaltó las bondades y virtudes del gran Paco Ardura, coordinador de semovientes “parte de la época más gloriosa del cine español”, según declaró Álex de la Iglesia en el vídeo proyectado. “Este profesional es conocido por sus caballos en EE.UU., Francia e Inglaterra. Él es el hombre que ha susurrado a los caballos durante 60 años”, fueron algunas de las palabras que le dedicó Bokhari, que también afirmó que los que no sabían montar a caballo se sentían seguros a su lado, por su humildad y su tranquilidad. Ardura se mostró muy emocionado en el Homenaje a los Profesionales y, al tiempo que se le rompía la voz, recordó que había trabajado a lo largo de su vida con tres generaciones de cineastas, “ellos me han brindado su apoyo y su amistad. La gente que compone este sector es extraordinaria”. Terminó su discurso reclamando que “vuelva el trabajo con dignidad para especialistas, caballistas, ramaleros y cocheros. Mención especial para mis gitanitos, los mejores caballistas del mundo”.

Conocida por los productores como la mujer que les hace dormir tranquilos en las noches de rodaje, María Dolores Gutiérrez se encarga de mirar con mimo cada partida del presupuesto para elaborar con mucha sensibilidad el seguro más pertinente para cada cual –“María Dolores siempre ha sido un elemento fundamental en las películas que he hecho”, destacó el productor Andrés Santana–. Fue Ana Amigo, productora y miembro de la Junta Directiva, la que le entregó la placa homenaje después de manifestar que “decir seguros y conciliarlo al arte parece imposible. María Dolores reconforta, trabaja con la misma pasión en cortos que en largos”. Gutiérrez, que ha conseguido ser una más del equipo por méritos propios, agradeció a sus padres que la enseñasen “a amar el cine, que fue mi guardería en más de una ocasión, porque me ha acompañado en mis buenos y en mis malos momentos; a mi equipo, gracias por estar cada día; y a la Academia por dar estos premios maravillosos”. Igualmente, se mostró sorprendida por ser premiada por hacer un trabajo que le reportaba tantas satisfacciones.

“Teresa empezó con muy buen pie en esta profesión. De la mano de dos grandes maestros, su padre Antonio Isasi-Isasmendi y José Luis Borau. Pero hacer fotografía es algo muy especial, hay que tener tu temple, tu sensibilidad”, afirmó Julia Juániz, montadora y miembro de la Junta, sobre la carrera de Teresa Isasi, una de las foto fija más respetadas y avaladas del cine español. Algunas de las imágenes que capturó en los filmes en los que ha trabajado (Todo sobre mi madre, Los otros, Días contados, Mar adentro,…) ya pueblan el imaginario colectivo. “Los que vivimos en las sombras sabemos lo difícil que es esto. Vine de Barcelona hace 25 años y Madrid me ha dado mucho, incluso un hijo que quiere ser director. Espero que el cine te haga tan feliz como a mí”, parca en palabras Isasi se sintió muy emocionada al descubrir a Alejandro Amenábar describiéndola como “el entusiasmo personificado. Cuando pasan los años y descubres que hay gente que no te falla, aprendes a delegar: Teresa es de esas personas en las que yo confiaría plenamente”.

Y el broche de oro a tan emotiva celebración lo puso Nieves Maroto, a la que Patricia Ferreira, directora y ex miembro de la Junta Directiva, quiso recordar “en Altafilms desde su principio a su final, también en ese fin en el que nos hemos sentido tan huérfanos. Nieves nos arropaba en la distribución, con una inmensa generosidad para entender los miedos de los directores. Ha ayudado a que muchas películas nos llegaran”. González Macho la describió “como persona esencial en la trayectoria de Alta. Eres una persona muy fiel a la empresa, pero también a tus principios, con una honestidad a prueba de bombas”. Y es que como bien dijo Ferreira, Maroto amenazó con dejar el cine, pero ahí sigue: volcada en su labor de editora de Clapp y muy preocupada por dos cuestiones que quiso destacar en su discurso: la alfabetización audiovisual de los más jóvenes y la presencia de la mujer en el celuloide –“Somos un 50% de la sociedad. No permitan que las películas reflejen lo contrario”–. Pero terminó con un recuerdo emocionado: “a mi padre, por enseñarme a amar la profesión, y a mi madre, por enseñarme que el éxito no es lo relevante, lo verdaderamente importante es ser mejor persona”.

En el acto, que tuvo lugar en la Academia de Cine, no faltó de nada. Lágrimas, carcajadas y muchos, muchos abrazos. Dos padres nonagenarios –el maestro Antonio Isasi-Isasmendi, al que la platea dedicó un sentido aplauso tras ser reconocido por Resines, y el progenitor de María Dolores Gutiérrez, a punto de cumplir los 99 años–, muchos compañeros que acudieron a arropar a los homenajeados, y amigos y familiares venidos de todas partes del mundo, incluso desde Bélgica, para celebrar al lado de los suyos una velada tan especial, una tarde en la que tocó estar bajo los focos a personas poco acostumbradas a ello, profesionales merecedores de respeto por ser cineastas de raza. El calor del reconocimiento en esta incipiente tarde de verano bien lo valió.

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