La clave es compartir | Homenaje a los Profesionales 2016

9 septiembre, 2016

La Academia acogió ayer el celebrado Homenaje a los Profesionales, en el que ocho hombres y mujeres de cine fueron reconocidos por sus compañeros por sus trayectorias vividas en torno al séptimo arte

Protagonistas inesperados, desacostumbrados a estar bajo los focos, los de la segunda fila, el músculo de nuestra industria fue ayer reconocido en la Academia representado en la figura de ocho profesionales. Recibieron el calor de unos compañeros que no se cansaron de aplaudir la competencia y el juicio de ocho carreras vividas por y para el cine español durante años. Emoción, humor, dedicación a un oficio, confianza y familiaridad fueron los ingredientes que impregnaron el ambiente en una tarde que seguro ya ha pasado a ser inolvidable en las vidas de estos ocho profesionales, imprescindibles del cine español.

La presidenta interina Yvonne Blake hiló fino en un discurso mordaz en el que tiró de comedia para entretener a la platea. Al mismo tiempo que explicaba a los asistentes quiénes eran estos profesionales dignos de elogio, puso en valor el Homenaje a los Profesionales por “ser el acto que más ilusión nos hace. Reconocer a los artistas de la segunda fila del pelotón me produce mucha satisfacción, estos abnegados segundos que la mayoría de veces son el auténtico talento del jefe y del departamento”. En la velada, en la que ejerció de maestra de ceremonias Azucena Rodríguez, Blake fue la primera en poner nombre sobre el escenario a los profesionales reconocidos: Daniela Forn, “una pionera, conocida como miss sentido común”; Carlos Alfonso, “tiene nombre de artista y lo es”; Esperanza Velasco y Manuel González, “hacen un trabajo poco vistoso, pero muy necesario”; Montse Damas, “artista postinera desde las 6 de la mañana”; Manuel Laguna, “siempre para los directores una sonrisa reconfortante donde ahogar penas”; Jaime Fernández-Cid Buscató, “apreciado por todos por su intachable comportamiento en el set”; y María Teresa Peris, “si no te lo he dicho nunca, el pie derecho de mi Oscar es tuyo”.


Saber hacer

Abrió el fuego David Rodríguez, miembro de la Junta Directiva por la especialidad de sonido, para entregar el galardón a Jaime Fernández-Cid Buscató. Dijo de él que “sabe  estar en el espacio y en el lugar. Le toca estar cerca de la tensión del rodaje, pero es de los que mejor la gestiona”, así como destacó que este profesional del micrófono sin igual “mantiene la misma ilusión porque tiene esa capacidad de separar el trabajo de la vida”. Un emocionado Jaime subió al escenario, cámara Go Pro en mano para pinzarla en el atril y captar la atmósfera muy de cerca, casi con la palabra quebrada –“Gracias a mis padres por metermeen el cuerpo el veneno del cine desde que era muy pequeño”–. Con cuatro años descubrió que la voz de Vicky el Vikingo era una mujer y eso le marcó para ser microfonista, “me dedico al sonido directo para que no haya doblaje”. Quiso remarcar que “el secreto es compartir. Nadie te va a quitar el puesto por compartir el saber hacer, el saber estar” y reivindicó estos premios “por ir en esta dirección. Me parece importantísimo darlo todo a los que se les ha negado”.

Miembro de la Junta Directiva por Diseño de Vestuario, Tatiana Hernández destacó con afecto de María Teresa Peris su cariz de “maestra del vestuario. Atesora miles de historias, la podías ver moviéndose por los pasillos pasando de siglo en siglo y de época en época entre ropa maravillosa, por aquel espacio tan mágico que era Peris Hermanos”. Según Hernández, “cuando la veías te sentías muy arropado, porque ella de manera generosa, te dirigía por las estancias de su casa y los vericuetos de esta profesión, enseñándote cómo moverte y cómo resolver los problemas”. María Teresa Peris fue concisa y clara: “Le dedico este galardón a mis hermanas María Luisa y María del Carmen, al resto de la familia y a todos mis amigos”.

Como “gran jefe y mejor persona, responsable de revitalizar el sector”, calificó Julio Díez, miembro de la Junta Directiva por la especialidad de Animación, a Carlos Alfonso. El animador recibió de sus manos la distinción erigido como “una persona que consagró toda su vida a la animación” y la dedicó a William Hanna, el hombre que confió en él y que dio trabajo a su estudio en Madrid, y del que guarda grandes anécdotas, profesionales y personales, incluido el día que le enseñó a hacer tortilla de patatas.

Tomaron el testigo sobre el escenario Sylvie Imbert y Antonio Panizza, miembros de la Junta Directiva en la especialidad de maquillaje y peluquería, para entregar la distinción a la ayudante de maquillaje Montse Damas. La suya es una vocación rotunda y “solitaria, porque nadie quiere quedarse. Yo llegué para quedarme y siempre he quierido reivindicar mi profesión”, contó Damas al recibir el galardón, que dedicó a “todos los maquilladores que me han permitido compartir el trabajo con ellos”. Méritos no le faltan y los desgranó Imbert ante la audiencia. “Está siempre detrás de nosotros, de nuestros goyas”, aseguró la maquilladora que agradeció a Damas “su presencia y su alentadora mirada”.

 

Arropados por la familia del cine

Fruto de esas madrugadas al teléfono, dando altas de la seguridad social, entre nóminas y contratos,  surgió una extraña relación entre los directores de producción y Legiscine, que tiene tanto de amistad como de profesionalidad. Esperanza Velasco y Manuel González, directores de la empresa de asesoría y gestión, suponen “un apoyo extraordinario”, en palabras de Esther García, mientras que Sol Carnicero reivindicó que “aportan la seguridad de la que no podemos prescindir. Sois compañeros, formáis parte de esto”.

Velasco y González reafirmaron su compromiso con el cine español y aseguraron que se sienten “parte de los equipos, desde el inicio del proyecto hasta la foto de fin de rodaje”. García Sol Carnicero, miembros de la Junta Directiva en la especialidad de dirección de producción, fueron las encargadas de entregarles la distinción de la Academia.

Al cariño de toda la gente que ha llamado estos días a la ayudante de dirección Daniela Forn para felicitarle, se sumaron en la ceremonia las palabras de Ana Amigo, miembro de la Junta Directiva por la especialidad de productores. “Muy trabajadora, con una oreja muy grande para escuchar y mucha mano” son las referencias que dan todos los que han trabajado con ella, según Amigo. Woody Allen, Juan Antonio Bayona, Joaquín Oristrell o Fernando González Molina son algunos de los grandes nombres que han contado con el talento de Forn. Su familia –“todos vienen del cine y son responsables de que yo esté aquí”–, maestros, y compañeros meritorios fueron los destinatarios de la dedicatoria de esta profesional, que cree que con este homenaje “se valora el tremendo esfuerzo en horas para levantar una película y sacarla adelante”.

Retirado de la profesión en los últimos años, el ayudante de montaje Manuel Laguna recibió agradecido esta distinción “inesperada” recordando los grandes momentos que le ha dado su carrera, en la que ha trabajado con figuras como Pedro Almodóvar, Imanol Uribe, Emilio Martínez- Lázaro y Manuel Gutiérrez Aragón, entre otros. “Lo que más me vale de este trabajo es la gente que he conocido, muchos de los cuáles están aquí. Los tengo para siempre”, rememoró Laguna. Ricardo Steinberg, miembro de la especialidad de sonido, reivindicó a Laguna como un “superprofesional” y se reconoció como pupilo «De verle y oírle trabajar aprendí mucho»–.

La obligada foto de familia  y un cóctel posterior cerraron este acto en un ambiente de cariño para los ocho homenajeados, que compartieron el reconocimiento de compañeros, familiares y amigos. Evidenciando que el cine es un trabajo de equipo en el que “la clave es compartir”, tal y como afirmó Fernández-Cid Buscató en sus palabras de agradecimiento, el Homenaje a los Profesionales fue, un año más, la excusa perfecta para que la gran familia del cine español arropase a estos protagonistas inesperados que, por una vez y merecidamente, pasaron de la segunda a la primera fila.

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