Jonás Trueba: “Está bien que el cine se detenga en lo pequeño”

Por Juan MG Morán · 11 septiembre, 2015

El director estrena Los exiliados románticos, protagonizada por Vito Sanz, Francesco Carril y Luis E. Parés

Jonás Trueba continúa reivindicando “tener la posibilidad de inventar la manera de hacer y producir las películas, pero también de distribuirlas”. En su anterior producción, Los ilusos, decidió tomar un camino a la derecha y no respetar la norma, “me parece muy triste que se dé por hecho que sólo hay una manera de hacer las cosas”. Pero ahora Trueba asegura que él y sus ‘exiliados románticos’ (Vito Sanz, Francesco Carril y Luis E. Parés) se sienten “felices” por llegar hoy a las salas de 18 ciudades españolas. Su nuevo filme podrá verse en tres pantallas en Madrid, dos en Barcelona, Sevilla, Palencia, Zaragoza, Pamplona… Los exiliados románticos, sin apenas pretenderlo, han ganado la batalla en este verano que colea, “esta historia, en cierto modo, habla de eso, de cómo retener el verano”.

En una cartelera plagada de estrenos efectistas e historias que ignoran lo cotidiano, en Los exiliados románticos la vida se cuela a borbotones.

La vida y el cine se relacionan absolutamente, desde que te levantas hasta que te acuestas. Cualquier conversación puede ser cine y yo intento construir mis películas con estos momentos, aunque la mayoría de cineastas piensen que las grandes películas se tiene que construir con grandes historias, dramas… Reivindico hacer cine con lo más pequeño y cotidiano, porque luego al público le puede resultar cercano, agradable.

El amor, aunque desde los bordes, vuelve a estar presente en su cine.

Es verdad que he pensado que, hasta ahora, no he estado haciendo películas de amor sino simplemente bordeándolo, llegando tarde al amor. No sé si sería capaz de rodar una historia de amor total, pero hasta ahora me ha interesado más tomar esa distancia… Intentas encontrar el amor desde esa mirada más personal, suelo llamarlo el amor en tiempo de descuento o el amor antes de que surja. 

¿De qué modo se presenta el amor en este trío de personajes?

En el caso de Los exiliados románticos, hablamos de amores efímeros. Aunque también tengo la sensación de que en la vida real, este tipo de relaciones no tan claras, que no son relaciones estables, son las que nos ocupan más tiempo: relaciones que han terminado o ni siquiera llegaron a empezar, que se quedaron en amago… Eso nos sucede todo el rato, y, como decíamos, está bien que el cine se detenga ahí, no solo en la gran historia. 

¿Escribes mucho al margen del guión? El estreno de Los ilusos se acompañó de la aparición en librerías de tu obra Las ilusiones…

Uno siempre está escribiendo en su cabeza, pero no me considero escritor. Para mí escribir, garabatear, no es más que hacer que la cabeza te funcione y encuentre cosas. Las ilusiones es un libro azaroso que me encontré, pero no son más que garabatos aunque tenga forma de novela moderna.

Una historia que ha crecido

¿Siente que hay carencia de salas en nuestro país para este tipo de filmes?

Quizá no de salas, pero sí de distribuidores y exhibidores que apuesten por este tipo de cine. Con este nuevo cine español, las propuestas más interesantes se están quedando abocadas a circuitos más marginales o de festivales. Es una pena porque podríamos construir entre todos, también a nivel institucional, una red que permitiese que ese cine español tuviese un poco más de visibilidad.

¿Y Los exiliados románticos? ¿En cuántas salas podrá verse?

En nuestro caso, estamos muy sorprendidos porque vamos a estrenar en 18 ciudades. Creo que es un caso insólito. Es una película que no tiene apoyo de ningún tipo, financiada por una pequeña productora (Los ilusos Films), pero que, después de estar en Málaga y en una gira de cines de verano, es una historia que ha crecido. Aún estando yo muy distraído en otros trabajos, me he dado cuenta de que cuando ha llegado el estreno en salas comerciales, se había hablado bastante de la película, se han interesado por ella. 

Es sorprendente porque con Los ilusos decidimos no participar del sistema de exhibición convencional, que nos parecía un poco hostil e injusto, y decidimos salirnos por una carretera secundaria: ir a otro tipo de sala. Pero con Los exiliados… no hemos empujado para volver ahí, ha sido la propia película la que nos ha hecho llegar aquí sin haberlo pretendido. 

Ahora que Magical Girl ha recaudado más en Francia que en España, ¿tenéis previsto estrenar allí?

Tuvimos contacto con ellos con Los ilusos y puede que haya alguna pequeña distribuidora interesada, pero La isla mínima y Magical Girl tienen algo más exótico que mi historia. Creo que en Francia gustan las películas que se sienten como muy españolas. Hasta ahora, me he concentrado más en Latinoamérica, se están haciendo las cosas muy bien en países como Colombia, México, Brasil, Argentina… He llevado mis largometrajes a BAFICI y eso me ha permitido generar un público allí. 

Las pequeñas virtudes, de Natalia Ginzburg, está muy presente en Los exiliados románticos… ¿Hay ya alguna referencia en tu cabeza que estará presente en tu próxima obra?

Siempre vas alerta, creando. Eres lector y espectador antes que otra cosa, pero nunca sabes. Las referencias van apareciendo y, a veces, no es algo que te encuentras dos días antes en una librería, sino algo que ya conocías hace tiempo. Por el momento, sé que en enero empezamos a rodar de nuevo.

¿Hay título? ¿Estará de nuevo Francesco Carril?

De momento tiene por título La reconquista. Y sí, estará Francesco.

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