Destaca en películas y personajes diferentes a los que siempre otorga verdad. Con cincuenta películas a sus espaldas y tres Premios Goya, entre otros reconocimientos, Luis Tosar es un aval de éxito para los directores con los que ha trabajado: José Luis Borau, Iciar Bollain, Fernando León de Aranoa, Manuel Gutiérrez Aragón, Joaquín Oristrell, Daniel Monzón, Michael Mann, Jim Jarmusch, Bernad Rose… Nombres a los que en el último año ha incorporado los de Julio Medem (Ma ma), Daniel Calparsoro (Cien años de perdón), Kike Maíllo (Toro) y el del novel Dani de la Torre (El desconocido). «Siempre intento hacer cosas distintas. No se pueden hacer cuatro historias como estas si no estás motivado», anota el actor gallego que ha sobrevivido a una ajetreada temporada en la que ha participado en proyectos de distintos géneros.
Luis Tosar sigue creciendo y ya no está tan obsesionado por el trabajo como cuando empezó, a finales de los noventa, en su Galicia natal gracias a la televisión –se hizo muy popular con el serial que Mareas vivas–. Y en su tierra filmó El desconocido, thriller que presenta al público este 25 de septiembre, en el que comparte fotogramas con Javier Gutiérrez, Goya Toledo, Elvira Mínguez y Fernando Cayo. Feliz por trabajar en casa, recuerda que estuvieron un mes en una plaza de A Coruña “y ni una queja de los vecinos, para ellos era una novedad y estaban encantados. Todo se desarrolló en un ambiente muy familiar, y eso que fue un rodaje complicado porque siempre estábamos en la calle con los coches”, dice.
Y es que el actor está con las manos en el volante la mayor parte del metraje de esta ópera prima que comienza con una llamada que puede cambiar en segundos la vida de su personaje, Carlos, un ejecutivo de banca que cuando arranca su coche para llevar a sus hijos al colegio recibe un alarmante aviso: «Carlos, estáis sentados sobre una bomba que explotará si uno solo de vosotros se levanta». ¿El motivo? Debe conseguir una elevada suma de dinero en unas horas para que el vehículo no vuele por los aires.
«Es un proyecto muy especial. La idea me pareció muy buena porque hay acción y suspense, y está muy pegada a la realidad que estamos viviendo, el drama de las preferentes». Sensible a la desesperación e indignación de los afectados por las preferentes –“todos conocemos a alguien que ha perdido sus ahorros ganados con mucho esfuerzo”– el intérprete lucense acompañó a su paisano Dani de la Torre en esta vertiginosa propuesta escrita por Alberto Marini (guionista de Mientras duermes). «Dani dela Torre tiene una amplia experiencia como realizador de cortometrajes y de televisión. Está muy familiarizado con el cine de acción, del que es fan, y rodó las escenas de acción con mucha soltura. Es una de las personas que más películas ha visto», comenta Tosar del debutante cineasta, quien aseguró que sin el actor la película no hubiera sido posible.
De la Torre depositó su confianza en Tosar y este hizo gala de su oficio y, una vez más, apostó por las nuevas voces del cine español. «Me gusta alternar el trabajo con directores veteranos con la frescura de los noveles», dice Tosar, que también ha participado en los primeros largometrajes de Daniel Guzmán (A cambio de nada)y de Esteban Roel y Juan Fernando Andrés (Musarañas).
Intensa, argentina y curiosa
Consciente de que la imagen social que proyecta es la de «actor comprometido muy de cine independiente y cómodo en personajes atormentados2, el protagonista de Celda 211, Los lunes al sol y Te doy mis ojos, se ha metido en la piel de un tipo muy bueno, «un santo, el colmo de la bondad», bajo las órdenes de Julio Medem. «Ma ma ha sido una experiencia muy intensa, especialmente bonita, de la que todo el equipo salió muy afectado porque la enfermedad siempre te toca. Julio tiene un lenguaje cinematográfico muy personal y se ha complementado muy bien con Penélope Cruz, a quien este papel le ha llegado en un momento perfecto».
A Tosar se le acumulan los estrenos. La cartelera espera Cien años de perdón y Toro. En la primera comparte pantalla con Raúl Arévalo y un grupo de actores argentinos, entre otros Rodrigo de la Serna. «Es la historia de un atraco a un banco, algo que uno siempre quiere hacer al menos una vez en la vida. Es un guión muy divertido y la experiencia ha sido muy argentina. Además, Daniel Calparsoro y yo nos teníamos ganas porque estuve a punto de estar en Guerreros”, recuerda este admirador del cine que se hace en Latinoamérica, «nuestro mercado natural», que ha cruzado el charco con Operación E (Colombia) y También la lluvia (Bolivia).
El también productor gallego asegura que Toro «dará que hablar. Es muy bizarra, muy tarantinesca y muy cañí. Es una película muy curiosa con elementos folclóricos y, a la vez, muy moderna», expresa Tosar, que en esta obra ha tenido como compañero a Mario Casas. «Mario tiene mucho talento, es muy serio trabajando. Yo antes era muy metódico, ahora soy más caótico», añade el actor, que atribuye a las nuevas generaciones el cambio del cine español, “que ahora se quiere más y ha perdido el pudor a hacer géneros y subgéneros».