Daniel Monzón:»La comedia tiene que cambiarte el humor»

13 septiembre, 2018

El director y guionista mallorquín estrena Yucatán, su reencuentro con la comedia

‘Bienvenidos a esta burbuja de entretenimiento y diversión donde todo está pensando para que se lo pasen muy bien. Cuando salgan del barco volverán a la realidad: a las hipotecas, los bancos….’, dice el pianista de un crucero de lujo a los huéspedes del trasatlántico en el que se acaban de embarcar. Una invitación que Daniel Monzón hace extensiva al público de  su último trabajo, Yucatán. «Una película es un espacio al que el espectador entra para disfrutar y más con una historia de estas características. He buscado un divertimento que no esté vacío, que te haga pensar y sentir. Entiendo que la comedia tiene que ser un regalo para el público porque como espectador me he llevado muchas comedias conmigo con las que me he divertido muchísimo. En algún momento triste de mi vida he visto Con faldas y a lo loco y me ha cambiado el humor, y eso es lo que tiene que hacer la comedia: cambiarte el humor», proclama el director y guionista mallorquín.

 

Por Chusa L. Monjas

 

Cine fantástico (El corazón del guerrero), comedia disparatada (El robo más grande jamás contado), thriller(La caja Kovak), drama carcelario (Celda 211, que logró 8 Premios Goya), policíaco (El Niño)… A Monzón le gusta retarse a si mismo, «no soy de anquilosarme en lo que ya he hecho. Después de una tragedia intensa como Celda 211 y de una historia que nos jugamos la vida rodándola, el cuerpo me pedía hacer algo más ligero. Y como parece que no soy capaz de hacer una cosa pequeña, pues he filmado una comedia que sucede en un crucero que cruza el Atlántico. Hay localizaciones muy exóticas (Casablanca, Tenerife, Brasil, la selva de Yucatán), es casi como James Bond, en esta gran producción con la que he querido recuperar el aroma de un tipo de comedia clásica que hace tiempo que no veo en la pantalla. Al final, uno acaba haciendo lo que desea ver como espectador», señala.

La comedia reaparece en la filmografía del cineasta mallorquín en esta aventura en altamar en la que repite con el actor Luis Tosar y el guionista Jorge Guerricaechevarría. «Es una comedia de personaje, que no son perchas para los gags, sino que todos tienen su evolución. Es una película muy coral (a Tosar se unen Rodrigo de la SernaJoan PeraStephanie Cayo y Toni Acosta, entre otros), con muchos tipos de humor, en la que los secundarios son una pieza esencial. Y como en los filmes de Frank Capra, es una fábula moral, una fábula sobre la codicia».

 

Fotos © Manolo Pavón 

 

La codicia

Yucatán, que llega a las carteleras este viernes, termina cuando comenzó la gran crisis económica en la que estamos inmersos. «Podía haber sido una comedia documental porque estamos rodeados de estafadores por todos los lados. Me preguntaba por qué hemos llegado al punto en el que estamos, y la respuesta la encontré en esa enfermedad humana que se llama codicia», declara este cineasta que se conduce por la vida con mucho sentido del humor.

Dos estafadores «que moralmente  llegan a unos extremos muy reprobables», y un panadero que ha ganado 161 millones de euros en el Euromillón, se embarcan en este gran viaje que sale de la siguiente reflexión de Monzón y Guerricaechevarría; ¿El dinero da la felicidad? «Según, cómo y dónde. A una persona normal, sencilla, a la que le caen de pronto 160 millones de euros le puede poner la vida del revés. Se dice y está documentado que 9 de cada 10 ganadores de grandes premios acaban asesinados, arruinados o en la cárcel. La noticia surge de la realidad, y nos pareció la víctima perfecta para una película de estafadores que cuenta cómo la codicia te convierte en otra persona».

 

 

Casos reales

En el proceso de documentación, Monzón y Guerricaechevarría se embarcaron en un crucero que cruzaba el Atlántico, un universo «cerrado» en el que se encontraron con algo ‘Felliniano’ Es un espacio con una conjunción insólita de seres que están en una convivencia imposible pero están en un mundo cerrado, no pueden bajar de ahí. Hay abuelos bailando boleros, jóvenes en viaje de paso del ecuador, solteros que van para conocer a otros solteros… gente de todas las nacionalidades y condiciones sociales porque tienes camarotes para 8 sin ventanas y otros de super lujo Y ver a todos esos seres apiñados e interactuando es oro para la comedia , la tragedia, la ciencia ficción….Es comedia, pero también tiene musical, cine de aventuras, thriller, historias de amor y drama», apostilla el cinesta, que sacó de casos reales algunas de las estafas que narra y el personal que trabaja en los cruceros también le dio pistas para sus personajes.

Cree que el público español necesita humor y espera que el viaje que ha hecho «también le interese a los demás. Me planteo el cine como aventuras personales y siempre pensando en el espectador. Nunca me olvido que una sala de cine, que, de arranque, es para lo que hago películas, hay una pantalla y butacas, y si tengo el privilegio de ocupar esa pantalla durante unas horas es porque la gente que se sienta en esas butacas me lo permite. Cuando yo me siento en esas butacas quiero que me propongan algo interesante desde el entretenimiento».

Buen amigo de Luis Tosar, que cuando aparece en pantalla «transmite magnetismo. Para mi es uno de los mejores actores del mundo, he viajado con él y la gente lo celebra como un Robert de Niro», Monzón, que fue crítico cinematográfico antes de ser director, se implica en la financiación de sus proyectos. «Los productores han confiado en mí porque ya habíamos trabajado juntos, y han apostado por algo que, a priori, podría resultar muy marciano», comenta.

 

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