Narrar bailando | El productor de Yuli presenta el biopic de Carlos Acosta

10 octubre, 2018

Juan Gordon protagonizó un encuentro en la Academia de Cine tras el pase de la última película de Iciar Bollain

“Cuando haces una biografía, el protagonista suele estar muerto y no se queja. Pero Carlos Acosta está muy vivo y en activo”. Así comenzó Juan Gordon, productor de Yuli, biopic sobre el famoso bailarín cubano, el primer negro en interpretar un Romeo y triunfar en el Royal Ballet de Londres. Tras su participación en el Festival de San Sebastián, donde logró el Premio del Jurado al Mejor Guión ex aequo, esta carta de amor a Cuba y al baile se proyectó en la Academia.

“Carlos escribió una autobiografía hace años, pero el guionista Paul Laverty se ha basado en entrevistas y en muchas cosas que no están en su libro”, explicó Gordon, que reveló que el escocés vio en esta historia un nuevo reto en su carrera: “integrar el ballet en el libreto”.

“La idea era cómo conseguir que la película tuviera baile, pero que no fuera una interrupción de la narrativa”, señaló el productor sobre la estructura de este viaje vital, desde los orígenes en un barrio humilde de La Habana, hasta convertirse en la estrella de una de las grandes compañías de ballet del mundo.

Tres Carlos Acosta, en distintas etapas de su vida, se mezclan con imágenes de archivo de sus actuaciones. El artista cubano, que se interpreta a sí mismo, está encarnado también por el niño Edison Manuel Olvera –“no sabía bailar, pero tenía mucho carisma”– y el joven Kevyn Martínez, un bailarín de la escuela que Acosta ha fundado en La Habana.

“Carlos es un hombre tremendamente sensible y tremendamente sensato. Estuvo dispuesto a ponerse a las órdenes de Iciar y seguir su visión y la de Paul, aún cuándo pudiera encontrar episodios que él creyera que no vivió así”, afirmó Gordon, que señala lo terapéutica que ha sido la película para el bailarín: “La primera vez que la vio se quedó en shock y la segunda no paró de llorar”.

La música, lo primero

A esta catarsis, se suma la alegría de que la cinta “pone en valor su trabajo y el apoyo que ha tenido de la Escuela Nacional de Ballet de Cuba”. Y es que la danza tiene tanto protagonismo que marcó incluso el trabajo de la directora. “Normalmente se compone la música en función de lo que se ha rodado. Aquí lo primero fue la música de Alberto Iglesias y, a partir de ahí, la coreógrafa María Rovira creó las coreografías e Iciar Bollain rodó después, con todo ese material”, expuso.

Para Gordon, la actriz y directora madrileña “cuenta grandes historias, muy humanas, con mucha emoción. Lo que tienen en común las tres películas en las que desde Morena Films hemos trabajado con ella –También la lluvia, El olivo y Yuli–, es que entran en la verdad de los personajes”.

La cinta volverá en diciembre al escenario donde está ambientada y donde se rodó para participar en el Festival de La Habana. “Creo que los cubanos no piensan que son los de fuera contando su historia. Hay algo en Yuli de poner en valor el esfuerzo para que un chaval de Cuba de pocos medios pueda llegar a dónde ha llegado Carlos”, reflexionó el productor, que cree que el filme refleja el contexto histórico que vivió Acosta, de la emigración cubana a Miami y los problemas de la isla sin hacer juicios: “No creo que sea una película que tome posiciones. Muestra la realidad cubana para lo bueno y para lo malo”.

 

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