Cortos de Ficción de Goya | Encuentro con los nominados

22 enero, 2019

Los responsables de 9 pasos, Bailaora, Cerdita, El niño que quería volar y Matria presentaron sus historias en la Academia

A casi todos les llegó su nominación al Goya por WhatsApp, cuando las felicitaciones y los buenos deseos para la próxima gala del 2 de febrero se sucedieron. Marisa Crespo y Moisés Romera, directores de 9 pasos; Rubin Stein, realizador de Bailaora; la directora de Cerdita, Carlota Pereda, y su protagonista Laura Galán; la directora de arte de Matria, Alba Aguilar; y el actor Jorge Muriel, que se pone tras la cámara en El niño que quería volar, compartieron sus sensaciones y las historias que han creado en la sede de la institución.

Acompañados de numerosos miembros de sus equipos, y en una sala abarrotada para ver formato corto –“algo nada habitual”, en palabras de Stein–, introdujeron las proyecciones de sus historias, aspirantes al Goya a Mejor Cortometraje de Ficción.

Única representación española en Sundance en 2018 y ganador del Premio Especial del Jurado de Cortometrajes, Matria, de Álvaro Gago, tuvo a Aguilar como representante, que señaló el interés de los medios gallegos, tras su participación en el festival y la nominación en los galardones del cine español. Rodado en gallego y en las Rías Baixas, el título se desarrolla en una conservera. “Después de este trabajo, todos sabemos cómo envasar mejillones”, bromeó la directora de arte, que explicó el origen del corto que protagonizan actrices no profesionales. “Él ya conocía a la protagonista, Francisca Iglesias, una mujer que cuidaba a su abuelo y hace años había trabajado en una conservera y le había contado muchas historias reales de mujeres. Álvaro lo juntó todo y lo convirtió en ficción”, relató Aguilar, que matizó que “las condiciones de trabajo actualmente no son así, aunque sí lo eran hace años”.

Para Pereda y Galán, el valor de las nominaciones está en que Cerdita “viaja mucho más y se ve en más sitios” y destacaron cómo esta historia de una adolescente con problemas de obsesidad, que sufre el acoso de unos jóvenes en su pueblo, está calando en el público. “La gente lo ha pasado muy mal viéndolo”, aseguró la directora, mientras que la actriz cree que son “reacciones muy positivas porque empatizan mucho con la historia y los personajes”.

Las dificultades de que todo el peso del corto recaiga en un niño las superaron los responsables de 9 pasos, Marisa Crespo y Moisés Romera; y de El niño que quería volar, dirigido por Jorge Muriel. “El verdadero regalo era tener padres que te acompañaran en la historia y protegieran a sus hijos”, aseguró el director de la segunda historia, que bromeó sobre la necesidad de “también hacer un cásting de padres” y que encontró como protagonista al pequeño Pablo Mérida.

Tanto Bailaora, como El niño que quería volar, son el último eslabón de sendas trilogías de historias independientes. El primero es un cortometraje en blanco y negro, que al igual que el resto de la trilogía “explora la palabra alma, desde diferentes perspectivas”, en este caso “desde la guerra”, a la que unieron la religión y el flamenco a través del concepto místico de duende. “Unimos esas dos imposibles y los llevamos a un contexto bélico”, apuntó Stein.

Por su parte, Muriel recurre a los ojos de un niño y a su barrio madrileño, Manoteras, para cerrar su tríptico. “En la escritura me di cuenta que mi infancia no tenía interés dramático, pero sí era bonito inspirarme en cosas cercanas y volar, como el protagonista del corto, y generar una historia más redonda y más interesante”, desgranó el actor que acudió a la Academia el pasado 12 de diciembre para vivir la nominación en directo. Más lejos estaban Crespo y Romera, a los que el anuncio les pilló en Buenos Aires con un proyecto de largometraje, que suscitó mucho más interés tras la opción al Goya de su corto, que concibieron con “una ejecución matemática, de suspense, muy medido”.

No faltó en este encuentro la reflexión sobre los medios y presupuestos reducidos que manejan los cortos, “el más pequeño de los nominados de este año”, para los responsables de 9 pasos; mientras que Muriel destacó el apoyo de empresas y particulares a través del micromecenazgo, una fórmula, “que es una pena que a nivel legal no se apoye”.

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