«Decía el genio de la cámara Nicholas Ray que era necesario afrontar cada película como si fuera la primera o la última. Después de cuatro largometrajes a mis espaldas, afronto el reto de rodar La mujer ilegal con la actitud de la que hablaba el maestro Ray. Esta no es una película más; esta vez quiero ir tan lejos como sea posible, tanto a nivel formal como de contenido. Aquí se habla de dramas humanos muy duros. Aquí mostraremos al espectador las almas de las personas que en los telediarios son solo unidades en la cifra de víctimas. Y esto en el mejor de los casos, cuando de repente, por alguna razón oculta, toca hablar del ‘drama de la inmigración’, siempre desde un punto de vista ‘informativo’, es decir meramente enunciativo y sin ningún tipo de implicación ni compromiso para cambiar la situación. A veces (cada vez menos) hay películas que dicen querer remover la conciencia del espectador. Pero se puede remover algo durante un rato (digamos 90 minutos) y que después se quede en su sitio original. No, yo quiero ir más allá. Se trata de cambiar las conciencias, de transformarlas a partir de las semillas de humanidad que todos tenemos dentro, pero que quizás no hemos dejado que crezcan lo suficiente. Conciencia y acción. La película tiene que transmitir al espectador la urgencia de actuar – no basta con indignarse-, cambiemos nosotros para que cambie la sociedad. Para que no quede todo en solo buenas intenciones, proponemos una acción práctica y clara: esta película tiene que precipitar el cierre de todos los CIEs del Estado español. Y a ser posible, de Europa. No se puede mantener a alguien en prisión por el único delito de ‘ser ilegal’. Lo escribo y ya me molesta la propia naturaleza de esta expresión: ¿es posible ser ilegal? ¿Puede una mujer o un hombre ser ilegal? ¿Qué clase de legalidad es la que puede declarar que un ser humano es ilegal? Bartolomé de las Casas escandalizó la sociedad bienestante del siglo XV cuando declaró que los ‘indígenas’ tenían alma. Pues bien, ahora ya solo nos queda declarar a todos los seres humanos ‘legales’”. Ramón Térmens, director y guionista.
Sinopsis
La vida del abogado de inmigración Fernando Vila (Daniel Faraldo) se altera por completo cuando una de sus clientas aparece muerta en circunstancias sospechosas en el interior de un Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE).
Ficha
Título: La mujer ilegal
¿A qué público va dirigido? Adulto Calificación de edad: Pendiente
Director: Ramon Térmens Guión: Ramon Térmens & Daniel Faraldo
Productoras: Segarra Films (España) y Mimesis Films (República Checa)
Productor: Ramon Térmens / Prod. Ejecutiva: Ramon Térmens, Daniel Faraldo y Xènia Puiggrós / Dir. Producción: Miquel Romans / Dir. Artística: Albert Arribas / Dir. Fotografía: Pol Orpinell / Montaje: Paula Morelló / Sonido directo: Xavi Saucedo / Maquillaje: Fina Espert / Peluquería: Almudena Traver / Vestuario: Marcel Bofill / Dir. Casting: David Arribas / Foto fija: Júlia Utset y Carla Bisart / Promoción y prensa: Suria
Intérpretes: Daniel Faraldo, Isak Férriz, Gorka Lasaosa, Klaudia Dudová, Boris Ruiz, Àngels Bassas, Montse Germán, Raquel Camón, Yolanda Sey y Adeline Flaun
Inicio de rodaje: 25/03/2019 Duración de rodaje: 6 semanas
Presupuesto previsto: No facilitado Ayudas: ICEC
Distribución: Segarra Films / Localizaciones: Barcelona y Lleida
Idiomas de rodaje: Catalán y Castellano