El Sitges-Festival Internacional de Cinema Fantástico de Cataluña lleva años realizando una labor a favor de la recuperación de la memoria histórica del cine español de género a través del rescate de títulos, autores, intérpretes y técnicos que permanecían ocultos o ignorados en los anales históricos de nuestro cine. En esta edición de 2020 no podría ser de otra forma y varias acciones en esta dirección se han preparado para lucir de manera especial entre el nutrido programa del festival.
Seven Chances, la Semana de la Crítica del Festival, recupera en todo su esplendor El huerto del francés (1978), para muchos la mejor película de Jacinto Molina como director y en la que se apartaba del horror de corte sobrenatural para narrar una crónica de la España negra, con toques de gótico nacional sombrío y rural bastante presente en el cine español de la época si recordamos una obra clave del horror hispano como la decisiva El bosque del lobo (Pedro Olea, 1970), Una vela para el diablo (Eugenio Martin, 1973) o la laureada Furtivos (José Luis Borau, 1975), así como precediendo a impactos mediáticos como fueron El crimen de Cuenca (Pilar Miró, 1980) o la serie de televisión La huella del crimen (1985-2010) ideada por Pedro Costa.
Manos torpes
El huerto del francés permite además a Jacinto Molina (bajo su seudónimo de Paul Naschy) una estupenda composición como actor en un papel de psicópata de la España profunda acompañado además de dos mitos eróticos femeninos de la época como María José Cantudo y Ágata Lys, que rompían su imagen frívola con personajes contundentes y poco empáticos con el espectador. El huerto del francés ha sido durante mucho tiempo una buscada pieza para el aficionado al cine de horror español y a la filmografía de Molina en especial, perdida en un limbo de derechos y materiales resurgiendo ahora en una espectacular remasterización a cargo de Cultural Diversity Films, una compañía de un arqueólogo de la imagen, cinéfilo impenitente y estupendo programador como es Enrique Pérez, que hace un regalo a todos los amantes del cine español y, especialmente, a ese cine español injustamente olvidado, perdido o apartado de su indiscutible lugar en la historia.
Igualmente, en Seven Chances recuperamos un título mítico y perdido desde hace mucho tiempo como es Manos torpes, euro-western bajo el sello de los hermanos Romero Marchent con el recientemente fallecido Rafael en la dirección y Joaquín colaborando en el guion junto a Santiago Moncada. Al igual que el cine fantástico, la variante española del llamado spaghetti-western sigue careciendo del reconocimiento que merecía, mucho más consciente fuera de nuestras fronteras donde, sin ir más lejos, los propios hermanos Romero Marchent gozan de un culto espectacular. Y quizá sea Joaquín, con películas estupendas como Antes llega la muerte (1964) o Condenados a vivir (1972) el más invocado de los dos, por lo que la recuperación de Manos torpes es obligada para subrayar la obra de Rafael Romero Marchent, con westerns tan extraños, violentos y desgarrados como Uno a uno sin piedad (1968), ¿Quién grita venganza? (1968) o Garringo (1969), pero también con rarezas como Santo contra el doctor Muerte (1973) o los intentos de imitar al giallo/thriller erótico italiano en Un par de zapatos del 32 (1974) o El límite del amor (1976), esta última todo un escándalo en la transición española.
Además, la copia restaurada por Victory Films de Manos torpes corona todo un homenaje en Sitges 2020 a Manuel de Blas, un actor de carácter irredento del cine español, un rostro que ha hecho historia de nuestro cine y que recibirá un merecido premio Nosferatu con homenaje incluido en la sección Brigadoon del Festival. Y en clave de homenaje a otro gran rostro de nuestro cine como es Helga Liné, se proyectará el cortometraje La dama del fantaterror, de Diego López, que redescubre los mil y un rostros de está reina del grito y de la seducción de nuestro cine.
Sitges siempre con el cine español más oculto, descubriendo para las nuevas generaciones el testimonio de una historia audiovisual llena de géneros, talento, industria y recuerdos imborrables.
