La otra cara de Yoyes

Por Lur Olaizola · 23 septiembre, 2022

Lur Olaizola escribe sobre Hirugarren koadernoa, cortometraje que participa en Zabaltegi-Tabakalera

La primera vez que leí Yoyes. Desde su ventana (Mª Dolores González Katarain, 1987) tenía diecisiete años. El libro siempre había estado en casa de mis padres y tenía un color que llamaba la atención: un azul intenso con una foto en el centro donde se podía ver a Yoyes mirando a través de una ventana. El libro recoge los diarios de Yoyes hasta su asesinato en 1986. Sus palabras me impactaron desde el principio. Su pensamiento, su mirada crítica, me atravesaron y se quedaron impresos en mi cabeza. Años más tarde retomé su libro y lo volví a leer. En ese momento yo ya estaba investigando sobre los años ochenta (la heroína, el SIDA, el conflicto vasco). Una época que yo no había vivido pero que había marcado mi identidad a través de los relatos que me contaban.

Una de las cosas que me apasionan del cine es que permite cuestionar los relatos hegemónicos y generar nuevas narrativas. Cuestionar la propia historia tal como es relatada e inventarse nuevas maneras de contarla. Con Hirugarren koadernoa me propuse agrietar los relatos predominantes sobre Yoyes. Hay películas, relatos periodísticos o ficcionales y discursos de todo tipo que nos cuentan la historia de Yoyes estructurada en tres actos inamovibles: la terrorista, la arrepentida y la represaliada. Este cortometraje rompe con esa estructura. Se centra, precisamente, en los cinco años de exilio que Yoyes vivió en México y que generalmente han sido ignorados en las narrativas tradicionales.

Otra de las características de Hirugarren koadernoa es que el propio cine es central. En este caso, el dispositivo, con una clara referencia a Le camion de Marguerite Duras (1977), consiste en la lectura de un guion cinematográfico entre una actriz y una directora de cine. La actriz es Ana Torrent, para mí el rostro de la Historia del cine español (El espíritu de la colmena, 1973; Cría cuervos, 1976; Tesis, 1996) y, al mismo tiempo, un vínculo directo con Yoyes ya que ya la interpretó en el año 2000 en la película de Helena Taberna. No me imagino mejor lugar que el Festival de San Sebastián para estrenar mi último cortometraje: mi propia ciudad y el espacio que ha hecho que mi relación con el cine sea tal como es.

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