El periodo comprendido entre abril 1931 y julio 1936 ha contado con una amplia producción historiográfica incluyendo la investigación sobre el cine producido y exhibido en aquellos años, pero la representación de la Segunda República a través del cine de ficción es un terreno poco abordado en investigaciones. Barrenetxea estudia esa época a través del análisis de algunos filmes como Fortunato (1941) y Cerca del cielo (1951), que ilustran la visión que se quería forjar de la República durante el primer franquismo; Retrato de familia (1976), Mi hija Hildegart (1977) y Tierra de rastrojos (1979), para la transición y, ya en plena democracia, Réquiem por un campesino español (1985), Pasiones rotas (1998), La lengua de las mariposas (1999) y Visionarios (2001).