Las Arrugas rejuvenecen en la Academia

26 octubre, 2012

La película ganadora de los goyas al Mejor Largometraje de Animación y Mejor Guion Adaptado en la edición de 2012 protagoniza un coloquio con el público en la sede de la institución

La celebración del Día Internacional de la Animación –28 de octubre– era la excusa perfecta para reunir de nuevo a los responsables de esta cinta que, tras un año meteórico de galardones en diversos festivales –Premio del Público en el Anima de Bruselas, Mejor Producción Europea en Cartoon Movie de Lyon, Mejor Opera Prima en el Festival de Nantes, Mejor Largometraje de Animación en el certamen de Stuttgart, y hasta cinco trofeos en los Premios Mestre Mateo 2012, entre otros–, se enfrentará el próximo 1 de diciembre en Malta a los Premios del Cine Europeo (EFA), convocatoria en la que compite como Mejor Película de Animación con la británica Piratas, de Peter Lord, y la checa Alois Nebel, de Tomas Lunák. “La esperanza es lo último que se pierde”, declaró el director de Arrugas durante el encuentro posterior al pase de la cinta sobre la posibilidad de alzarse con este nuevo reconocimiento. Y es que Ignacio Ferreras –tercer español tras Juan Carlos Fresnadillo y Rodrigo Cortés que aparece en la lista que cada año elabora la revista ‘Variety’ sobre los 10 mejores directores emergentes de Europa a seguir de cerca–, ha puesto toda la carne en el asador con esta historia sobre la soledad y el Alzheimer protagonizada por las aventuras de dos ancianos que conviven en un geriátrico.

“Mucha gente nos decía después de ver la película que lo primero que iban a hacer al salir del cine era llamar a sus padres para ver cómo estaban”, explicaba Ángel de la Cruz sobre la emoción que ha provocado esta historia en todos los países en los que ha sido proyectada, y que fue concebida con el propósito de tratar un tema común en las sociedades más envejecidas del mundo, como la española o la japonesa, nación donde el filme acaba de conseguir el Gran Premio del Jurado de la 39ª. edición del Concurso Internacional de Medios Educativos ‘Japan Prize’ –que concede la televisión nipona NHK–, así como el galardón a la mejor obra en la categoría de educación social. “Durante medio año estuve visitando residencias de ancianos y, aunque encontramos muchas diferencias entre unas y otras, había un patrón que se repetía en todas: la sensación de soledad de las personas que las habitan, que se convierten en un grupo de náufragos de la vida. A pesar de esto, la intención de todo el equipo fue siempre acercarse a la historia desde un punto de vista optimista y esperanzador, sin caer en el sentimentalismo”, declaró el autor de la novela gráfica en que se basa la película.

Entre los asistentes también se encontraba la actriz que dio vida al personaje de Antonia en la cinta, Mabel Rivera, para quien Manuel Cristóbal tuvo palabras de agradecimiento.

 

De la viñeta a la pantalla

El colofón a un año de premios en el que Arrugas ha sido la protagonista de diversos actos en la Academia, lo puso la exposición ‘De la viñeta a la pantalla’, organizada por Flash-Back Producciones y comisariada por Antonio Busquets, un viaje audiovisual por la adaptación fílmica de la novela gráfica de Paco Roca –Premio Nacional de Cómic 2008–.

En la muestra, que estuvo abierta hasta el pasado 2 de noviembre en la sede de la institución, se pudieron ver notas de producción, los storyboards originales dibujados por Ferreras, diseños de escenarios, fotogramas de la cinta, algunas de las partituras que Nani García compuso para la banda sonora, fragmentos del diario de rodaje y de la libreta de trabajo de Roca, bocetos preliminares, dibujos inéditos, e incluso páginas del cómic original editado por la firma francesa Delcourt, entre otros objetos, todos ellos ilustrados con los comentarios de Pilar Yébenes –autora del artbook del largometraje–, Anne Hoffman y Bjarne Hansen –artistas encargados de dar color a cada secuencia–, Baltasar Pedrosa –director de animación de Arrugas–, y el crítico de cine Manu Argüelles.

“Si llego a saber que todas las notas corregidas que le mandaba a Paco iban a acabar expuestas aquí, habría cuidado más mi ortografía. Espero que la gente entienda que vivo fuera de España y escribo poco en castellano”, bromeó Ferreras sobre algunos de los objetos mostrados en la exhibición de la que también es protagonista el historietista e ilustrador valenciano, que vio en ‘De la viñeta a la pantalla’ una manera de tomarse la revancha. “Los primeros diseños que le enviaba a Ignacio con mucha ilusión, me los devolvía a la media hora repletos de tachones en rojo. Tuve incluso que hacer un lifting a la mayoría de los personajes para ahorrar dinero en cada arruga, y yo pensaba: ‘¿Corregirme a mí?’. Aquello me dolió tanto que esta exposición era una oportunidad única para mostrar sus notas en público”, apostilló Roca entre risas.

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