El talento ECAM continúa fluyendo por la Academia de Cine. La proyección de Crumbs cerró ayer el ciclo que la institución ha dedicado, un año más, a los alumnos del centro madrileño y sus películas. Miguel Llansó, director del filme, contó la intrahistoria de este largometraje rodado en Etiopía, “una película así solo puede hacerse con un equipo pequeño a los que no les queda otra que vivir aventuras, un periplo de desarraigo y dormir a la intemperie”. En ella quiso hacer patente “la ideología de la estafa, la copia de la copia bajo la apariencia de la novedad. Estamos siempre comiendo refrito, y lo peor es que siempre es conservador, nunca liberador”.
Crumbs, migajas en inglés, “da para pensar mucho” y habla de “los restos de nuestra civilización. Las migajas se empiezan a desmigar hoy, cuando ves la desvertebración total en el hundimiento de Europa. Esta película parte de un sentido pesimista y realista en el que todo se está desintegrando”. Una película autofinanciada, con la que el director aplicó para el ayuda del ICAA, pero sacó “una puntuación nefasta”, y que pronto podrá verse en los Zumzeig de Barcelona y en los Cines Zoco de Majadahonda.
Este realizador, que conoció a su protagonista en una representación de Bodas de sangre etíope, contó que en el país africano esta tragedia la convierten en comedia –“Me pareció fascinante cómo Daniel Tadesse representa al héroe, sin tener nada que ver con el típico militar norteamericano, sino con una persona más débil que enseña un lado mucho más humano de las personas. La belleza no está en la fortaleza, sino en la fragilidad del héroe trágico, que tiene que entender el sentido de su vida. Daniel representaba muy bien ese patetismo”–. El director combinó la participación de este actor con no profesionales, “por ser únicamente individuos bellos en sí mismos”, hasta el punto de cambiar en el guión el personaje de un músico porque apareció un Papá Noel en rodaje.
“Me identifico con Un perro andaluz y La edad de oro, de Buñuel, por ser películas muy ‘punkis’ y muy libres. También a nivel experimental con Val del Omar, porque desde cierto humor conseguía hablar de la tradición en nuestro país”, afirmó Llansó cuando le tocó responder sobre sus referencias. El cineasta habló también de su determinada manera de entender la película, de la música, la luz y el montaje de este filme rodado en “la Etiopía más tormentosa, con poco sol y un ambiente bastante plomizo, en la que la estética de 16 mm. habría sido muy propicia para impregnar al largometraje de lo viejo”.
El filme se ha estrenado en el país africano, y “no fue diferente a cómo se ha visto en el resto de países que se ha proyectado. Solo una señora se enfadó y dijo que no era nada científica. Creo que no entendía muy bien el concepto de ciencia ficción”. Pero curiosamente, “la gente más educada no te hace siempre las preguntas más inteligentes. Allí comprendí que personas sin formación alguna son muy capaces de ir a la esencia de las historias”. Quiso también destacar Llansó que “ahora hay muchas corrientes que intentan pensar África no como el lugar de los desastres y el hambre, sino como el lugar donde pensarse el futuro”. Así lo reza el afrofuturismo y Crumbs da buena prueba de ello en los vuelos de American Airlines, donde, sorprendentemente, pueden disfrutar de ella sus pasajeros, “seguro que fue una broma macabra del que selecciona los filmes. Aún debe estar riéndose en su casa”.