Sitges vuelve a sus viejas costumbres de contar con una producción española en su sesión inaugural. El sevillano Miguel Ángel Vivas es el designado para levantar el telón de la 49 edición del Festival Internacional de Cine Fantástico de Catalunya con Inside, remake en inglés de la francesa A l’interieur, uno de los mayores hitos del cine de terror europeo de las últimas décadas.
Vivas, que estudió en la ECAM, fue el responsable del fenómeno de Secuestrados, cinta con la que aterrorizó a la audiencia, alcanzó reconocimiento internacional –en el Festival de Cine Fantástico de Austin ganó el Premio a la Mejor Película y Mejor Director– y se posicionó como uno de los directores más prometedores dentro del fantástico actual, lugar que renovó con el filme posapocalíptico de zombis Extinction y que ahora se juega con Inside, interpretada por la estadounidense Rachel Nichols (Star Trek) y la mexicana Laura Harring (Mulholland Drive).
Sitges vuelve a apostar por el cine español para su apertura –en ediciones anteriores levantó el telón con El cuerpo, Eva, Grand Piano… –Este año inaugura Inside, ¿qué supone para usted esta elección?
Ha sido un festival de referencia para mí, llevo asistiendo desde hace unos 15 años y le tengo un cariño muy especial. Abrir este certamen es un regalo a la par que toda una responsabilidad.
En este certamen concursó y sorprendió mucho su segunda película Secuestrados.
Sitges no es solo un festival para ver películas, también es un lugar de reunión de todos los que hacemos cine y nos gusta el género. Allí he conocido a grandes amigos y a grandes productores con los que he trabajado después. Fue allí donde contacté con Jaume Collet-Serra y empezamos a hablar sobre la posibilidad de hacer algo juntos. Un año después rodaba Extinction producida por él. El pase de Secuestrados en el Auditori es algo que no olvidaré nunca. Fue de los mejores momentos, profesionalmente hablando, de mi vida. Hicimos Secuestrados con muy poco dinero (gran parte mío, todo sea dicho) y en solo dos semanas, sin televisiones, ni distribuidora por detrás, así que mientras la rodábamos, la película tenía un futuro incierto. Durante la filmación fantaseaba con el director de fotografía sobre la posibilidad de que la cogieran en Sitges. Y así pasó. Ese pase significó una gran recompensa a todo el esfuerzo que invertimos.
¿Qué aporta este remake de la cinta gala A l’interieur?
La película francesa es cojonuda tal y como es. Inside es otra película, nada más. Nos hemos alejado, cogiendo sobre todo la idea. Lo que quería era contar una historia sobre la maternidad, y esta historia me venía como anillo al dedo. Mi idea era hacer una película de terror y thriller que no te dejara respirar en ningún momento. Un divertimento terrorífico de sensaciones desde el minuto uno al último. Si en Secuestrados experimenté con el terror malsano, aquí quise probar con otro tipo de terror. Me planteé la película como una montaña rusa de emociones. A ver qué tal se nos ha dado.
¿Por qué le gusta tanto que el público pase miedo?
Hay una idea preconcebida de que el cine está hecho para que el espectador lo pase bien. Me parece una tontería. El cine está hecho para crear emociones en el espectador, y el miedo es una emoción muy reconocible y universal. Nos encanta pasar miedo, porque es nuestra forma de enfrentarnos a la realidad y aprender de ella. El cine de terror es el género más puro que hay. Hay géneros que se plantean por un espacio y un tiempo, como el western, o por una temática, como el bélico. El noir se define por un sentimiento. Solo hay dos géneros que se definen por lo que quieren hacer sentir al espectador, la comedia y el terror. Pero en la comedia hay una separación entre el espectador y el personaje. El protagonista se cae por unas escaleras en una comedia y el público reirá, pero el personaje no. En el terror, en cambio, la comunión entre el espectador y el protagonista es absoluta. Si el protagonista pasa miedo, el espectador también.
Lazo de unión
¿Sigue este filme la estela de sus dos anteriores trabajos?
Las temáticas de las que hablo tienen mucho que ver en cada película que hago. Me gusta hablar sobre la familia como unidad absoluta de las relaciones sociales. En Secuestrados hablé sobre la unidad en peligro. En Extinction sobre la paternidad y ahora en Inside sobre la maternidad. Pero con esto, todas son muy diferentes entre ellas, intento alejarme en cada proyecto del estilo anterior. No quiero hacer dos películas iguales. Y de momento creo que lo estoy consiguiendo.
De nuevo ha contado por un reparto internacional, ¿se planteó en algún momento contar con intérpretes españoles?
El reparto internacional responde a la película que estamos haciendo. Quiero seguir rodando en España, pero es bastante más fácil levantar películas en inglés. Mi siguiente proyecto es en español, y para ello he dicho que no a dos proyectos americanos. Rodar en mi lengua es todo un privilegio y espero poder seguir haciéndolo. Pero lo que quiero es poder contar historias.
¿Cree que el cine de terror es el género más exportable?
Da igual de donde seas, los miedos nos unen de forma inequívoca. Todos tenemos miedo al peligro, a la oscuridad, a lo desconocido. El terror es un sentimiento universal, por eso es tan emocionante experimentar con él. Inside es una película de terror que habla sobre la mujer y la maternidad; da igual de donde seas, eso es algo que el espectador va a entender y va a poder sentir.
¿Cómo ha sido contar con Jaume Balagueró como coguionista?
El primer guión de Inside lo escribieron Jaume Balagueró y Manu Díez, lo cual es todo un privilegio. Pero yo no trabajé con ellos. Al entrar en el proyecto lo reescribí para adaptarlo a lo que yo quería contar. Pero es un placer compartir créditos con gente que tanto admiro.
¿Qué lectura hace al presentar su obra en un certamen cuya convocatoria homenajea a la serie Star Trek?
Soy bastante friki, así que es un placer absoluto.
¿Le gustaría trasladar a imágenes algunas de sus dos novelas?
Totalmente. Pero de momento prefiero encontrar historias nuevas que contar. Es como cuando me ofrecieron hacer el remake de Secuestrados. No podía hacerla porque ya la había hecho.
