Es un fanático del cine. Le gusta escribir, rodar, dirigir y también promocionar lo que hace. Santiago Segura empezó haciendo cómics y ejerció diversos empleos antes de estrenarse entre focos y bambalinas en 1989 con el corto Relatos de medianoche. Casi tres décadas más tarde, este hombre-orquesta madrileño al que siempre le ha gustado el cine comercial ha hecho posible que una franquicia sea viable en España, ha recibido órdenes de numerosos cineastas, es uno de los intérpretes más conocidos de nuestro país, ha sucumbido a la tentación de Hollywood de la mano de su buen amigo Guillermo del Toro, compagina la gran pantalla con la pequeña –este medio le facilitó financiar sus primeros proyectos con los premios que ganó en concursos de televisión-, ha montado la productora Amiguetes, ha colaborado con el cine de animación… Muchas cosas tiene que celebrar este licenciado en Bellas Artes, criado en el barrio de Carabanchel, que trabaja con gente a la que admira o aprecia, y que es uno de los directores que más espectadores ha llevado a las salas con su famosa criatura, Torrente, que de momento ha protagonizado cinco entregas y cuya primera aparición en 1998 marcó un hito al ser el largometraje más taquillero de la historia hasta ese año. Actor, guionista, director, productor y presentador, tarea esta última que desempeñará en la próxima edición de los Premios Platino, Segura está grabando en Río de Janeiro Supermax, la primera serie en español de la cadena brasileña Globo, y estrenará La reina de España el próximo 25 de noviembre, mes en el que recibirá la Medalla de Oro de la Academia, un reconocimiento a los cuatro oficios «con los que ha contribuido a mejorar el cine español en sus aspectos industrial y artístico» y a su dedicación a la comedia. Y es que las carcajadas valen mucho, y son la mejor cura para casi todo.
Tiene tres Premios Goya (Mejor Cortometraje de Ficción por Perturbado, Mejor Actor Revelación por El día de la bestia y Mejor Dirección Novel por Torrente, el brazo tonto de la ley) y ahora la Medalla de Oro de la Academia, ¿cree que sus compañeros valoran su carrera cinematográfica?
Mis compañeros son maravillosos y de una generosidad increíble. Me siento querido y valorado por ellos. Les adoro. Lo que no tengo tan claro es que a esto que he hecho yo se le pueda llamar ‘carrera cinematográfica’.
¿Qué es para usted la comedia?
La comedia es la razón por lo que la vida merece ser vivida. Así de grande es la comedia. Un prisma, un objetivo, una forma de ver las cosas. La risa, la sonrisa, el sentido del humor, la carcajada… Sin estas cosas la vida sería algo infinitamente más triste.
Una buena comedia es…
¿La que te hace reír? Respondo con dudas por si es una pregunta trampa, este tipo de preguntas en forma de afirmación que uno debe acabar me tensa bastante.
A la hora de hacer reír, ¿se pone límites?
Quitando los presupuestarios, cero límites a la hora de hacer reír.
Usted ha cultivado mucho la comedia, que es muy difícil de hacer ¿por qué cree que los actores especializados en este género tienen la imagen de que hacen cosas fáciles cuando es tan complicado?
Creo que cuando notas que alguien está haciendo un esfuerzo para hacerte reír la cosa deja de funcionar… Por supuesto puedes sufrir y esforzarte como comediante, pero siempre que el público no sea consciente de ello.
Con su historial de taquillazos, ¿le resulta difícil poner en pie una película?
Imagino que mucho más fácil que si el historial fuese de batacazos (aún así nunca es fácil poner una película en pie, así que prefiero no imaginar lo de los batacazos).
¿Quiénes son sus inspiradores?
Necesitaría otro número de la revista para citarlos a todos. Si damos un repaso desde Benny Hill a Monty Python, pasando por Les Luthiers, los tebeos de Bruguera, Peter Sellers, Steve Martin, José Luis López Vázquez y llegando hasta Berlanga, Scorsese y los cartoons de la Warner, nos quedaríamos solo en la punta del iceberg.
La relación calidad-precio
¿Qué sería de Santiago Segura sin Torrente?
Pues no sé, creo que lo tendría mucho más chungo Torrente sin Santiago Segura, ni siquiera existiría.
¿Habrá sexta entrega de Torrente?
Si no lo prohibe la autoridad pertinente es una posibilidad que está ahí.
Haga memoria, ¿cómo surgió José Luis Torrente?
De la observación de la realidad. Vi como muchas cosas que me provocaban rechazo y vergüenza ajena y, al mismo tiempo, también me provocaban risa. Ese fue el germen.
¿Volverá a dirigir cortos?
Pues el año pasado dirigí uno para una campaña de publicidad [Consumo responsable (Nivel 7)], así que como ve no tengo ningún problema en volver al formato que me vio nacer.
Fue por primera vez al cine con solo tres años. ¿Qué significa para usted ir al cine? ¿Cuántas películas ha visto?
Para mí ir al cine es una alegría, una ilusión, una válvula de escape, un momento mágico de evasión, a veces de revelación o descubrimiento…Y si la película es mala, pues un coñazo.
En cuanto a lo de cuántas películas he visto, creo que sería muy friki si las hubiese contado (ahora que lo pienso tampoco sería tan raro), pero así a ojo calculo que unas 15 000.
Es un actor muy demandado ¿qué cree que valoran los directores y productores de usted?
Si con demandado se refiere a las querellas no tenía constancia. Yo creo que es, sin duda, la relación calidad-precio.
¿Qué balance hace de sus incursiones fuera de nuestra cinematografía?
Balance muy positivo, yo le llamo ‘turismo cinematográfico’. Me han llevado a ver Toronto, Londres, París, Ciudad de México, Río de Janeiro, Praga, Budapest…Y todo, además, remunerado.
¿Qué recuerdos tiene de 1993? Fue un año muy representativo para usted porque rodó a las órdenes de Berlanga Todos a la cárcel e inició su colaboración con Álex de la Iglesia.
Lo recuerdo como un año maravilloso. En Todos a la cárcel me alojé en Valencia, en casa de unos amigos, Cristina y Pepón, que me acogieron apiadados por mi insolvencia. Recuerdo que me senté en una mesa de cristal (sin calcular mi tonelaje) y la hice añicos.
Me agobié mucho, pero ellos me hicieron sentir muy bien al respecto, me dijeron que no me preocupara, que no pasaba nada. Más tarde, Cristina montó su primera película como editora (Torrente 3) conmigo y ahora es la montadora habitual de Daniel Monzón. Y Pepón Montero está a punto de estrenar su primer largo, Los del túnel. ¿Ha visto? He llegado a una edad en la que oigo ‘recuerdos’ y directamente suelto alguna batallita.
¿Qué tal jefe es?
Maravilloso, un encanto, quizás el jefe perfecto… preguntándome a mí. Preguntando a los empleados (si pudiesen hablar libremente sin miedo a represalidas), ni idea.
En el mundo del entretenimiento, ¿se considera un hombre con poder?
Esa pregunta me deja a cuadros. Primero, eso de “el mundo del entretenimiento” me suena a Wonderland, Disneyworld o Cortilandia. Y lo del poder, está muy bien para eso de las listas, los 100 hombres más poderosos de Hollywood y cosas por el estilo, pero me temo que mi único poder es el de poder vivir de lo que me gusta (que ya me parece un gran poder).
Blanco sobre negro
¿Acepta las críticas?
Prefiero un beso o una caricia, una palmada en la espalda o un consejo, un grito de aliento o una frase de ánimo, un banderín, una copa o una medalla… Pero si no puedo elegir, claro que las acepto (si son buenas mejor, por supuesto).
¿Se siente a veces malinterpretado?
Solo el 90% de las veces.
¿Tiene la sensación de que genera opiniones muy extremas? Sus fans son incondicionales y sus detractores también.
Sí, la tibieza no encaja conmigo, o se me ama o se me odia, lo importante es despertar pasiones (aunque puestos a despertarlas me quedaría con las bajas).
Los que le conocen bien alaban su capacidad de trabajo, su planificación y la preparación de sus guiones. ¿Deja espacio a la improvisación?
La improvisación es muy importante, pero el espacio que uno debe dejarle es muy reducido. Si la improvisación es buena probablemente encontrará su sitio.
¿De dónde le viene su visión comercial y su capacidad para el marketing?
No sé, imagino que tendré algún antepasado mercader fenicio.
Su capacidad de autopromoción ha dejado en mantillas a los norteamericanos. En su caso, nunca una camiseta dio tanto de sí, ¿cómo se le ocurrió?
Como iba a todos los programas a promocionar mi película pero no quería aburrir a la gente hablando solo de eso, pensé que estaría bien llevar algo de publicidad estática para que, cuando estuviese hablando de otra cosa, el título de la película siguiese presente. El blanco sobre negro me pareció que destacaba bastante.
Como de la familia
Su afición por el cómic le viene desde niño, posee una de las mayores colecciones de cómic de España. De hecho lo que quería era dibujar historias, ¿por qué no siguió esta primera vocación?
Pues realmente porque me pareció que iba a malvivir. Cuesta lo mismo escribir un buen álbum de cómic que un guión de cine, y creo que lo que se paga en el cómic es birrioso. Si hablamos de lo que cobra el dibujante ya es para echarse a llorar.
Estudió uno de los últimos cursos del instituto en Estados Unidos. Además de aprender inglés, ¿qué descubrió con esta experiencia un chaval de Carabanchel de principios de los ochenta?
Lo importante fue conseguir la beca, nadie daba un duro por mí, ni mi propia familia. Al ser menor de edad tenían que firmar un consentimiento paterno para solicitarla, cuando al final aprobé los exámenes necesarios y me la dieron, mi madre no podía creérselo.
¿Qué tiene la televisión para que le parezca un medio tan fascinante?
Es tan influyente o poderoso como el cine, está metido en tu casa, te acompaña, es parte de tu vida, incluso una gran parte si no la controlas. Me gusta además la gran variedad de posibilidades de entretenimiento que ofrece, el talent show, el talk show, el late night, la sitcom…
Es muy activo en Twitter, desde donde defiende el cine español, promociona sus películas y responde a sus seguidores. A algunos compañeros suyos esta red social les ha jugado malas pasadas, ¿la controla?
No pienso que la controle, solo intento que no me controle ella a mí.
¿Cómo lleva que le pidan hacerse fotos y firmar autógrafos? Además, siempre responde a los tuits que le envían.
Me es más fácil lo de los tuits, lo otro dificulta y ralentiza el funcionamiento normal del día a día (ir a por el pan, montar en metro, dar un paseo). Pero me emociona que la gente quiera una foto conmigo, que me sonrían al verme o que me saluden como si fuese de su familia. Es gratificante y como una especie de señal de que estás haciendo bien tu trabajo.
Protagonizó el primer roast (formato en el que una figura es despellejada de manera satírica por compañeros y amigos) que se hizo en España ¿cómo le sentaron los comentarios?
Yo era un gran fan de los roast de Dean Martin en Las Vegas. En un mismo programa podías encontrar a James Stewart, Frank Sinatra, Orson Welles… Todos poniéndose a parir unos a otros en plan de coña. Una maravilla. Creo que para ser la primera incursión del formato en España no estuvo mal.
Una de las películas que más le marcó fue El libro de la selva. ¿Ha visto la nueva versión? ¿Cuál le gustó más?
Pues la antigua. Con bastante diferencia. Imagino que por mi condición de viejuno.
Es una de las personas más famosas de España y, a pesar de su exposición mediática, es de los que mejor preserva su vida privada, ¿cómo lo consigue?
Así. Siguiente pregunta.
¿Con quién comparte los días malos?
Intento compartir solo los buenos. Compartir una manzana cuando te sale pocha me parece de mal gusto. Aunque reconozco que mi socia María Luisa Gutiérrez es mi paño de lágrimas.
¿Se lanzaría a la arena política?
No sé si queda de eso, ahora más bien es el fango político. Hay que ser una persona ética y honrada, con ideales, vocación y formación para dedicarse a la política, así que casi no.
Ha traspasado la barrera de los cincuenta, ¿algún atisbo de crisis existencial?
Llevo padeciendo una crisis existencial desde los once, así que estoy acostumbrado.
