Del primer amor adolescente al desamor | Encuentro con los productores de Amar

18 abril, 2017

La Academia exhibe el debut en el largometraje de Esteban Crespo, Amar

«Yo también tuve la suerte de vivir mi primer amor, pero en la película no cuento mi historia, que fue más dramática, aunque sí hay sensaciones, guiños y bromas de lo que fue esa primera emoción”, reconoció el director y guionista Esteban Crespo, que en su ópera prima, Amar, se ha acercado al mundo adolescente «de la manera más honesta posible, sin suavizar ni idealizar».

El autor de Aquél no era yo, pieza que se alzó con el Goya al Mejor Cortometraje de Ficción en 2013 y estuvo nominado a los Oscar en la citada categoría, protagonizó un coloquio en la Academia de Cine tras el pase del que es su bautismo en el largometraje, que este viernes, 21 de abril, se estrena en España.

El madrileño escribió el guión de Amar en 2004, antes de firmar su primer corto, Siempre quise trabajar en una fábrica, un libreto “que no enseñé a nadie” y al que siguieron los cortometrajes Amar, Lala, Nadie tiene la culpa, Aquél no era yo y La propina.

Crespo tenía claro que iba a dar el salto al largometraje, pero éste tardó “porque todo ocurrió en plena crisis y hay un tapón muy grande en mi generación. Me he sentido apoyado por la industria, aunque aquí es más complicado que en Estados Unidos, donde las puertas están más abiertas”.
La nominación al Oscar fue clave para hacer Amar, un largo “manejable” que comienza en el punto álgido de ese primer amor y el proceso de desgaste, y para el que el director hizo un trabajo de campo entrevistando a numerosas personas sobre su primer amor. El desenlace es “una historia de desamor en la que no se juzga, quería que el espectador decidiera”, dijo.

Amar, que compitió en la última edición del Festival de Málaga, escogió un reparto formado por debutantes, entre los que figura la protagonista femenina, María Pedraza, con veteranos como Antonio ValeroGustavo Salmerón y Nacho Fresneda, entre otros. Pol MonenNatalia TenaGreta Fernández y Marta Berenguer son también nombres de Amar. Crespo se ganó la confianza de sus actores, con los que ensayó durante un mes y a los que pidió que transformaran los diálogos. «El lenguaje no es cosa mía, es culpa de los actores a los que preguntaba ‘¿cómo dirias tu esto?’. El guión no es ley, siempre que podíamos improvisábamos mucho», declaró.

Aunque el corto es un formato al que volverá –»Amar ha sido menos complicado de rodar que algunos de mis cortos”-, Esteban Crespo tiene la vista puesta en los largometrajes, en Black Bitch, una coproducción con Francia que tiene más relación con Aquel no era yo “porque parte de la historia transcurre en África”.

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