Un terrible monstruo aparece en Seúl coincidiendo con las borracheras de la protagonista, Gloria, en el último trabajo del director cántabro, que cuenta con Anne Hathaway y Jason Sudeikis. Haciendo gala de su sentido del humor, Nacho Vigalondo compartió en un coloquio con el público de la Academia anécdotas y cómo fue el proceso de este filme, que “se mofa del tipo de comedia romántica con la que asociamos a estos actores” y que llega a los cines este viernes 30 de junio.
«Me encantaría poder presumir de que fue una decisión mía que Anne Hathaway estuviera en la película, pero la verdad es que fue ella quien eligió. Tenía ganas de recibir este tipo de papel”, explicó el realizador, que solo tiene elogios para la forma de trabajar de la ganadora del Oscar por Los miserables. “Ella no solo me hacía feliz a mí como director, sino al director de fotografía y al montador. Les hacía el trabajo fácil”.
Y si el ‘monstruo’ del alcoholismo es tan fundamental para Colossal como el real –“Si ves la película original de Gozzilla parece que está borracho, está tropezando todo el rato”– para Vigalondo era mucho más interesante mostrar lo que viene después. «El dilema real de ser alcohólico es otro monstruo. Aquí hablamos de gente que más que ser alcohólicos están deprimidos y la depresión se manifiesta en este tipo de conductas. Yo no percibo conflicto en las borracheras, el drama aparece al día siguiente. El lapso que va desde que te despiertas en el suelo y compruebas que lo tienes todo es un arco dramático», desgranó.
El realizador afrontó por primera vez un rodaje de cinco semanas en Vancouver y Seúl con estrellas internacionales y un presupuesto mayor que Los cronocrímenes o Extraterrestre, pero tiene claro que “la riqueza en el cine no se mide en dinero, sino en poder tener mucho tiempo para hacer las cosas”.
De titularse Santander en un principio, la historia pasó a estar ambientada al otro lado del Atlántico. Pero el cambio trascendental se produjo durante el proceso de guión, cuando surgió que la protagonista fuera mujer. “Ya solo tomar esta decisión, en términos de violencia, ya eleva las apuestas de la película porque tenía que pegarse con un hombre. Aunque no lo quieras, ya estás hablando de ciertos temas que están en las noticias. De repente la película se vuelve más terrorífica para mí porque invocamos la sombra de la violencia de género, mientras hacemos un montón de chistes y se ven efectos especiales», explicó.
La función de los directores en Hollywood y en España, la importancia de las localizaciones –“tenían que tener tanta entidad como los personajes. Me estimula que el espacio psicológico de los personajes y el espacio físico estén relacionados»–, la preferencia por localizaciones naturales –»La idea de montar un set me resulta castrante”– o la introducción en los diálogos de la famosa frase del Rey Juan Carlos ‘Lo siento. Me he equivocado, no volverá a ocurrir’ son otros de los temas que abordó Vigalondo, que ya piensa en sus próximos proyectos.
“Las cuatro películas que he hecho parten de un sentimiento depresivo, pero ahora estoy intentando escribir abiertamente de la depresión. No sé si es lo siguiente que rodaré, pero sí estoy intentando hacer mi propia versión del ‘planeta melancolía’”, avanzó.
