Tras competir en la Berlinale y con The Party en la sección oficial de la SEMINCI, Sally Potter protagonizó un coloquio en la institución sobre esta historia de una mujer que se cree en el cénit personal y político. La cuestión de la verdad es el tema central de esta comedia de trágicas proporciones para su autora, que apostó por la sencillez, el blanco y negro y pocos espacios, “como antídoto a este mundo en el que vivimos, bombardeados por imágenes”.
Protagonizada por Patricia Clarkson, Emily Mortimer, Cillian Murphy, Kristin Scott Thomas y Timothy Spall, la cinta ha supuesto el regreso de Scott Thomas al cine. “Llevaba tres años sin hacer una película y había decidido que no quería hacer más cine, pero cuando leyó el guión cambió de idea. Me contó que tuvo malas experiencias con directores que pensaban que ella era más segura de lo que es y no se daban cuenta de que todos tenemos miedos. Fue necesario poner muchísima amabilidad y asegurarle que, si está dispuesta a saltar, saltas con ella. Tiene cero vanidad, no le importaba en absoluto cómo aparece en la película, lo que es maravilloso”, explicó al público.
Su apuesta por la ausencia del color no es casual. Conecta con toda una tradición de filmes clásicos. “La mayoría de mis películas favoritas se han hecho en blanco y negro, desde Eisenstein a los hermanos Marx, pasando por Buñuel, Con faldas y a lo loco… Hoy en día hay una tendencia a dar demasiada información. El blanco y negro nos devuelve a lo que es esencial”, defendió la realizadora londinense.
La directora de Orlando, La lección de tango o Vidas furtivas llegó a esta historia mucho antes de la polémica actual de las fake news con Donald Trump. “Fue en el contexto político de las elecciones generales entre Cameron y Miliband. Todos giraban hacia el centro y no había ningún tipo de distinción entre ellos porque nadie decía la verdad. Era realmente algo atroz”, se lamentó.
Su método de escritura –“El primer borrador no lo escribo con el formato de guión, sino como novela. A partir de ahí, voy descubriendo la historia y todas las restricciones que me impone el guión. Después lo trato como una adaptación, como si fuese de otra persona» – y la dirección de actores “Las aportaciones siempre son bienvenidas, pero trato que sean antes del rodaje y por eso intento pasar tiempo ensayando con ellos individualmente”– son otras de las cuestiones que abordó Potter en este pase especial, que contó con la colaboración de Avalon.
Apenas dos días de ensayos y dos semanas de rodaje fueron necesarios para dar forma a esta historia de una reunión entre amigos para celebrar el nombramiento de una de ellos, Janet, como ministra del gobierno. Una premisa que conecta plenamente con la sociedad actual ya que, al igual que la cultura del selfie, “explota el agujero en el que cae la gente cuando descubren lo que son frente a lo que han pensado que eran”.
