Identidad y transferencias | Carlos Vermut presenta Quién te cantará

17 octubre, 2018

El director de Magical Girl protagonizó un coloquio en la Academia tras la proyección de su tercer largometraje

“Quería hacer una película de fantasmas”. Así arrancó Carlos Vermut, para quien el proyecto de Quién te cantará nació de la intención y la voluntad de trabajar con el productor Enrique López-Lavigne, que ya había abordado el cine de género. La historia fue cambiando y evolucionando hasta convertirse en un drama con el mismo interés inicial, el concepto de identidad, a través de la historia de Lila, una cantante amnésica interpretada por Najwa Nimri, “una de las personas más espléndidas y talentosas con las que he trabajado nunca”.

El recientemente galardonado con el Premio Feroz Zinemaldia 2018, que distingue a la mejor película a concurso de la sección oficial del Festival de Cine de San Sebastián, alabó al compositor Alberto Iglesias. “Conocerle es uno de los motivos por los que merece la pena haber hecho esta  película. Es una de las personas más generosas con las que he trabajado en toda mi vida”, aseguró. Con Iglesias coincidió en su gusto por el compositor japonés Tōru Takemitsu, que fue su referencia más inmediata buscando una música para la historia que creara una atmósfera que abrazase al espectador en lugar de guiarle.

La música es parte importante de una historia en la que Violeta, una imitadora protagonizada por Eva Llorach, hará todo lo que esté en su mano para ayudar a que esta diva de la música consiga volver a ser lo que un día fue. “Aunque tenía idea de adaptar canciones de una cantante japonesa, Naomi Chiaki, que me sirvió de inspiración para escribir porque dejó de un día para otro la música, invité a Najwa a incluir alguna de sus canciones. Me pareció interesante que Najwa se enfrentara a Najwa como le ocurre a la protagonista”.

El  ganador de la Concha de Oro a mejor película por Magical Girl  aseguró que no menos importante fue el maquillaje y la peluquería en la construcción de los personajes de esta historia sobre identidades. “En las pruebas de peluquería, Najwa no se sentía cómoda con la peluca con la que ha acabado saliendo en la película, porque se le iba echando para atrás. Eso me pareció perfecto para que se metiera en la piel de un personaje que no se siente cómodo consigo mismo”.  A lo que se suma el diálogo entre el maquillaje y el vestuario “Ese juego tenía que estar medido para que al final la diva pudiera asemejarse a su imitadora”.

 

El conflicto

Con Eva Llorach trabajó en sus dos películas anteriores. “Para el cásting buscaba una pareja de actrices como si fuera una sola mujer. La intuición me dijo que Najwa y ella tenían una energía similar. En una prueba que grabamos surgió una química muy especial”. Al núcleo formado por el universo que crean Nimri y Llorach se suman dos personajes secundarios –la representante de la diva interpretada por Carme Elías y la hija de su imitadora, encarnada por Natalia de Molina– que, en palabras de Vermut, “acompañan a las protagonistas y provocan los conflictos”.

“Hay personajes que surgen por una necesidad del guión y acaban convirtiéndose en algo más importante que el tema principal”

De Molina, presente en el pase, participó explicando que “Carlos Vermut me ha llevado a límites que no sé si alguna vez habría llegado a probar. Un papel tan oscuro y violento nos ha dado mucho juego. Me lo pasé muy bien a pesar de lo dramático del papel”.

 

La construcción del guión

Dos años le costó a Vermut escribir el guión. “Es un trabajo largo y muy doloroso, aunque lo disfruté. Lo más difícil fue estructurar y trabajar con las transferencias”, aseguró, “además tardo más en decidir qué descartar que en incluir”. Vermut concluyó el coloquio ante una sala abarrotada de público joven, alegrándose de haber llegado a una etapa en la que cuenta con un mayor presupuesto y en la que, confiesa, ha cambiado la forma de trabajar con los actores y de enfrentarte al guión. “Siento más respeto por la puesta en escena y la planificación. Tener las cosas más planificadas me da mayor libertad a la hora de rodar”.

 

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