A pesar de los años transcurridos desde su producción, Vida en sombras continúa ejerciendo una poderosa fascinación sobre todo espectador que se acerca a ella. Motivos para ello no escasean: un dispositivo fílmico que se atreve a formar las formas narrativas y visuales más generalizadas en el cine desarrollado bajo el régimen franquista, una azarosa trayectoria vital punteada por encontronazos con la censura, una (meta)reflexión sobre la cinefilia como savia vital o la propia insularidad del largometraje dentro de una filmografía, la de su director, dedicada al cortometraje amateur, entre otros. No obstante, probablemente sea la apelación emocional a la experiencia fílmica del cinéfilo que el texto elabora aquello que lo convierte en una experiencia que interpela íntimamente a cada uno de sus espectadores. La relación sinérgica entre cine y vida, rubricada en diversos instantes del metraje mediante la dialéctica entre la pantalla cinematográfica y el patio de butacas habitado por los personajes de la película, establece un férreo vínculo entre filme y espectador. El presente libro surge de la feliz confluencia de dos procesos. La revalorización del largometraje filmado por Llobet Gracia y el progreso de la historiografía cinematográfica. …), así como los ajustes que se fueron llevando a cabo para hacer coincidir los mensajes lanzados desde el cine con las sucesivas adaptaciones que iba realizando el Régimen para adecuarse a un contexto internacional que, a la postre, acabaría siéndole razonablemente propicio, lo que contribuiría a su perpetuación en el tiempo.