El paso al lado oscuro | Encuentro con el director Jaime Rosales

Por Fotos: ©Lola Arévalo Hacar y Alejandra Donat · 12 diciembre, 2019

El cineasta catalán protagonizó en la Academia la última sesión del año de ‘Cine y psicología’ dedicada a Petra

Con seis películas a su espalda, cinco de ellas se han proyectado en diferentes secciones de Cannes, Jaime Rosales reúne en su último largometraje, Petra, elementos de su universo cinematográfico y aborda temas de gran interés para la psicología y el cine como el mundo del arte en sus distintas manifestaciones, el mito del genio creador, el destino, la verdad, la belleza, la humillación, el perdón, la redención y el bien y el mal.

Representante del cine de autor, el cineasta catalán protagonizó la última sesión del año de ‘Cine y psicología’, ciclo de la Fundación Academia de Cine que proyectó esta dura historia de relaciones paterno-filiales interpretada por Bárbara Lennie, Álex Brendemühl, Marisa Paredes y el debutante Joan Botey, que se mete en la piel de Jaume Navarro, un escultor exitoso, poderoso, cruel y despiadado, un auténtico psicópata.

Tras el pase, tuvo lugar una sesión de vasos comunicantes entre el cine y la psicología en la que Rosales realizó una interpretación de su propia película en tres ejes: dramatúrgico, “donde el tema dominante es explorar desde distintos ángulos la verdad y la mentira”; el fílmico, “en el que el asunto tiene que ver con la presencia, una presencia no humana, trascendente, quién está mirando, quién está presente”; y un tercero sobre dónde está el autor en Petra. “En la película yo estoy disfrazado. Hay tres artistas –Petra, una pintora que va en busca del arte verdadero; Lucas, un fotógrafo que encarna la visión más social; y Jaume, para quien lo más importante es el dinero–. ¿Cuál soy yo? No estoy en ninguno y estoy en todos”, confesó Rosales.

Foto: ©Alejandra Donat

Manipuladores

El autor de Hermosa juventud y La soledad, que se alzó con los Goya a Mejor Película y Dirección, preguntó al especialista en psicopatía Iñaki Piñuel, con el que compartió este encuentro moderado por la psicóloga Ana Fernández Rodríguez, si el personaje de Jaume Navarro respondía al perfil de un psicópata integrado. “Sí. Es un hombre que disfruta haciendo daño, pudiendo hacer el bien, hace el mal por disfrutar. Alrededor de un psicópata solo hay destrucción, gente que sufre, y eso se ve en la película”, dijo el especialista.

A la respuesta le siguió una íntima reflexión de Rosales. “Muchos instintos de Jaume están en mí, hay cosas que dice en determinados momentos que yo pienso de manera muy asumida. La crueldad del personaje me habita y me perturba”, reconoció.

“Hay personas que pasan la frontera del mal, cualquier pueda transformarse y pasar al lado oscuro. Incluso hay psicoterapeutas que, seducidos por un psicópata, entran en el lado oscuro”, indicó Piñuel, cuyas palabras podrían ser la semilla de una futura película de Rosales, que debutó en el largometraje con la historia de un asesino en serie, Las horas del día.

Piñuel amplió su testimonio. “Un psicópata sabe que hace mal y le da igual. No siente miedo, ni ansiedad, no sufre. No es una especie humana normal, he llegado a pensar que es una mutación. Una de sus características es manipular a los demás”, manifestó.

Rosales admitió que dirigir a los actores “es, sobre todo, manipularlos. Tienen una psicología de enorme fragilidad porque, si una escena les sale bien, nadie se lo reconoce, pero si cuando ruedan se bloquean, todo el mundo se lo hace notar. Hay que dirigirlos con una psicología muy particular, adaptarse a cada uno de ellos”, añadió.

Foto: ©Alejandra Donat

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