Lección de ilusión y energía | Homenaje a Fernando Colomo

Por Foto Sara García Urbaneja · 20 diciembre, 2019

Por su ilusión, energía, generosidad y buen humor; por su capacidad para reinventarse; por su actitud vital totalmente alejada del victimismo y la queja; y por estar siempre dispuesto a ayudar a los que empiezan. Por estas consideraciones, hubo más, Leticia Dolera, Isabel de Ocampo, Félix Viscarret, Santiago Zannou y Mariano Barroso dieron las gracias a Fernando Colomo en el homenaje que le rindió la Academia de Cine, dentro del programa ‘Maestros’.

Director, guionista, productor, actor y pintor “ocasional” que no solo mantiene intacta la forma de sus gafas, también su pasión por el cine, Colomo escuchó con su habitual humildad los múltiples piropos que le lanzaron sus ahijados cinematográficos porque, si hay una constante en la trayectoria del cineasta madrileño, es la de respaldar a otros directores.

“Con los jóvenes creadores aprendo nuevas ideas y conceptos, soy como un vampiro. Con canalizar la ilusión y la energía que tienen, la película sale. Cuando empecé, me hubiera gustado que alguien me apoyara”, declaró emocionado el autor de Tigres de papel, ¿Qué hace una chica como tú en un sitio como éste?, La línea del cielo, La vida alegre y Los años bárbaros, que se proyectó en el homenaje.

Gran cinéfilo licenciado en Arquitectura que  con 16 años filmó su primer cortometraje y más de cinco décadas después, continúa  enfrentándose a cada proyecto como si fuera la primera vez, el que casi siempre es presentado como el director de comedia española  contó que se hizo productor por el mismo motivo por el que se hizo guionista “porque quería dirigir”, y que hasta la fecha había respaldado 30 largometrajes, la mayoría óperas primas firmadas por Fernando Trueba, Daniel Calparsoro, Icíar Bollaín, Miguel Bardem, Chema de la Peña, Vicente Molina Foix,  Inés París y Daniela Féjerman, Isabel de Ocampo, Santiago Zannou y Mariano Barroso.

“Se merece todo el reconocimiento. Lo suyo no es una hazaña, es una proeza que nace de algo muy genuino”, indicó Mariano Barroso, que en su primer largometraje Mi hermano del alma contó con Colomo, “que se ha visto todo el cine de Bergman, al que homenajeó dirigiendo “un corto en sueco inventado”. Barroso también le preguntó por cómo iba con el inglés, uno de los  talones de Aquiles del madrileño porque, como recordó el presidente de la Academia, cuando estuvieron grabando en Nueva York uno de los capítulos de la serie Las chicas de hoy en día, parte del equipo fue a un restaurante japonés y Colomo pidió en inglés la comida. “La camarera le contestó que lo sentía mucho, pero que no hablaba español. Colomo se quedó hundido -esta anécdota se incorporó al guión, al personaje que hacía Juan Echanove-”, contó Barroso.

 

Supervivencia

Santiago Zannou también contó con el apoyo de Colomo en su debut, El truco del manco. “Un día me le encontré con su boli y su mochila y me dijo que iba a la Academia de Cine al curso que daba un guionista porque es un convencido de que cada día se puede aprender algo. A todos nos pone el acelerador de la ilusión”, expresó el cineasta.

Por su parte, Isabel de Ocampo, que fue su script y también fue su padrino en su bautismo en el largometraje, Evelyn, destacó que para Colomo, “que nunca pierde la calma”, lo más importante “es que la interpretación de los intérpretes fluya”.

No ha sido su mentor, sino su padre en la serie Vida perfecta. “Leticia Dolera me ha dado el papel de mi vida. Estoy encauzando mi carrera como actor maduro y he visto que hay un nicho”, manifestó Colomo,

Dolera se pensó mucho el que Colomo hiciera casting. “Y en la prueba todos nos enamoramos de ti. Te ganaste el papel por tu ternura, corazón humanidad y comedia”, declaró la actriz y directora. Dolera y Colomo se comprometieron a volver a encarnar a hija y progenitor en la segunda temporada de  Vida perfecta.

Félix Viscarret, con quien ha coincidido en varios proyectos, preguntó a Colomo por uno de sus últimos títulos, Isla bonita, una historia “de guerrilla con la que diste una lección a la industria”, para Viscarret.

“Fue una lección de supervivencia, venía de un fracaso La banda Picasso, y lo que empezó como una broma con mi amigo Miguel Ángel, acabo siendo una película que hicimos con 70.000 euros, dinero con el que pagamos a los cinco técnicos, incluso cambiamos el final porque no nos gustaba. ¡Tuve menos equipo que cuando hice los cortos”, señaló el que es uno de los mentores de ‘Residencias Academia de Cine’.

Licenciado en Arquitectura –“he hecho cientos de casas”- y titulado en Decoración “porque me suspendieron en Dirección”-, a Colomo, que  también lo intentó con la crítica cinematográfica, le gusta “todo” del cine, medio para el que sigue buscando, escribiendo y peleándose por realizar cada proyecto como si fuera el primero y tratar de que cada película sea distinta a la anterior.

 

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