Director de cine y teatro, guionista, escritor, exponente del Nuevo Cine Español, responsable de la Semana Internacional de Cine de Autor de Benalmádena, profesor, actor, gestor cultural, devoto al flamenco, al jazz y al blues y, además, cantante aficionado. Julio Diamante es un artista total que se ha expresado desde distintas caras del mundo audiovisual, y todas fueron citadas en el homenaje que le rindió la Fundación Academia de Cine y que el artista gaditano finalizó entonando un espiritual negro. Un canto que decía que esperaba que sus buenos amigos Juan Antonio Bardem y Luis García Berlanga le recibieran en el cielo.
Julio Diamante, el único director español que tiene un monumento público en nuestro país –está en Cádiz, la ciudad en la que nació hace 89 años– sonreía a los muchos amigos con los que compartió esta velada tan especial, en la que se proyectó una de sus películas, Tiempo de amor, retratos de tres mujeres en la España de los sesenta protagonizada por Julia Gutiérrez Caba y Enriqueta Carballeira. Las dos actrices, junto a la directora de producción Marisol Carnicero, el director Benito Zambrano, el historiador y crítico cinematográfico Carlos F. Heredero y el periodista, escritor, crítico de cine y académico de Bellas Artes Fernando Lara, acompañaron al maestro, que es “historia viva del cine español”, en palabras de Rafael Portela, vicepresidente de la Academia.
Amor y libertad son dos palabras fundamentales para Diamante, que ama al cine desde los 16 años. “Antes, me gustaban las películas, pero ese amor que marca un antes y un después en mi vida fue a esa edad. Fue entonces cuando quise trasladar en imágenes los sueños y también testimoniar sobre el mundo y procurar buscar que éste fuera un poco mejor. Y el lazo que une mi amor al cine, al teatro, al flamenco…, amores que me acompañarán hasta el final, es la libertad”, sentenció este humanista para quien “la cultura es libertad”.
Y de sus vocablos fundamentales a los que aborrece: guerra y represión. “Fui un niño de la guerra que adquirí el compromiso de acabar con esa miseria que vivía en la sociedad y en mi país”, declaró este comprometido antifranquista que peleó con la censura y estuvo preso en Carabanchel. “En la cárcel canté por primera vez”, contó Diamante, que volvió a demostrar su estilo y se cantó una toná en honor a su última película: La memoria rebelde, que recoge testimonios de Santiago Carrillo, Pilar Bardem, Carlos Jiménez Villarejo, José Antonio Martín Pallín, José María Díez Alegría, José Antonio Labordeta, Ana María Matute, Nicolás Sartorius, Rosa Regàs, Jorge Semprún y Marcos Ana, entre otras personalidades, para reconstruir la historia de España desde la Segunda República hasta la Transición.
Benalmádena, un certamen de referencia
Su compromiso político; el haber encontrado siempre la forma de hacer o de decir cosas que eran imposibles de hacer o de decir; su amistad con Miguel Picazo, Manuel Summers y José Luis Borau; su poesía; su paseos por El Retiro con Jorge Semprún; la importancia que siempre dio a su relación con los intérpretes, “a los que primero he tratado como personas”; y la relevancia que tuvo la mujer en su cine fueron recordados por los escritores Iñigo Larrauri, Manuel Espín y Carlos Barbachano, el gestor cultural Enrique Iznaola, el actor Mariano Venancio y el profesor José Luis Sánchez Noriega. Nombres a los que se sumó Carlos F. Heredero, que citó una de las sentencias más célebres de Bertol Brecht: ‘Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos. Pero los hay que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles’. “Julio es de los imprescindibles”, subrayó Heredero, para quien el homenajeado fue el hombre que hizo posible “un festival memorable y crucial para nuestra formación cultural. Nos formó como críticos, periodistas e historiadores porque en Benalmádena se proyectaban películas prohibidas, descubrimos las filmografías de cineastas que nunca habíamos visto. Julio se dejó la piel y la vida en ese festival de referencia”.
Y el ex director de la Semana Internacional de Cine de Autor de Benalmádena rememoró que la noche que murió Franco coincidió con la celebración del Festival. “A la mañana siguiente, me cuentan que se ha suspendido el festival. Me voy a Benalmádena para ver al alcalde y me dice que, en esa hora de dolor, no se puede continuar. Al final, le convencí. Después de guardar los tres días de luto, se pasó toda la programación y para la mayoría de los espectadores fue una celebración”.
Defensor de las mujeres
Tiempo de amor fue la segunda película del autor de El arte de vivir, Tiempos de Chicago, Sex o no sex y La Carmen. “Julio es un hombre consecuente con sus ideas, respetuoso y defensor de las mujeres y de los desfavorecidos”, declaró una de sus protagonistas, Julia Gutiérrez Caba, que en esta cinta tuvo como compañera a Enriqueta Carballeira.
“Tiempo… fue mi primer filme y Julio me echó una bronca que me dejó marcadísima», puntualizó Carballeira, cuya declaración sorprendió a Diamante “Si te regañe, sería con mucho cariño”, añadió el cineasta, que cuando escribió el guion de esta cinta lo tituló 3 mujeres. “Me identificaba mucho con vosotras porque en la República tuvisteis cierto reconocimiento que perdisteis en la dictadura”.
Sol Carnicero, por su parte, manifestó que el cine de Diamante había transmitido “que las mujeres sabemos defendernos y reaccionar, que hemos sabido salir adelante”.
Benito Zambrano también conecta con el cine de Julio Diamante. ”Tiempo de amor es una historia que tiene pasión, emoción, que te golpea”, indicó el cineasta sevillano, que lamentó que se estaba perdiendo “el cine que nos refleja. La globalización nos ha cambiado a ser menos nosotros, que es nuestro gran patrimonio”.