Josetxo Cerdán y Marián del Egido:“Garbancito de la Mancha tiene el valor de las primeras veces”

Por María Gil · Fotografías de Filmoteca Española · 28 julio, 2020

El director de Filmoteca Española y la Directora del Centro de Conservación y Restauración de la institución celebran la recuperación de este título pionero de animación con sus colores originales

Es el primer largometraje de dibujos animados hecho en España y el primero en color de Europa. Garbancito de la Mancha, dirigida por José María Blay y realizada en Barcelona en 1945, durante la II Guerra Mundial, se consideraba irremediablemente perdida tal y como la concibieron sus creadores. Hasta ahora, habían pervivido solo unas copias con el color deteriorado, pero 75 años después de su creación Garbancito apareció en Nueva York. Se trata de la copia más completa que existe, un nitrato en el sistema de color original, el británico Dufay Chrome, que ahora pasa a formar parte de los fondos de Filmoteca Española. Convencidos de que “cada vez que se recupera un título contribuimos a que se pueda comprender mejor cómo ha sido nuestro cine y, por lo tanto, cómo hemos sido nosotros”, Josetxo Cerdán y Marián del Egido, explican cómo se ha producido este hallazgo de la historia de nuestro cine al otro lado del Atlántico.

 

¿La pandemia ha afectado al proceso de adquisición de Garbancito de la Mancha?
Los materiales originales continúan en Nueva York y no los queremos someter al estrés del viaje hasta que no tengamos la seguridad de que lo van a hacer sin problema. Hay que tener en cuenta que se trata de nitratos y, por lo tanto, son muy inestables. Lo que sí tenemos ya son los materiales escaneados a 4K, realizados por el laboratorio de Nueva York, Cineric, que nos ha ayudado en todo este proceso.

¿Cómo fue la negociación con el coleccionista estadounidense que encontró a Garbancito…?
Sencilla. David Bull tiene una clara conciencia de su valor patrimonial. En cuanto le explicamos que nosotros somos una institución que lo que quiere es velar por la preservación del cine, entendió que no se trataba de hacer negocio. Fue muy generoso en ese sentido y su nombre quedará ligado a la recuperación de una de las piezas fundacionales del cine de animación, no solo en España, sino en el mundo.

La adquisición ha costado 5.200 euros. ¿Es un precio habitual para este tipo de materiales históricos?
No existe un mercado de materiales cinematográficos, como el de arte. No hay un lugar al que acudir para encontrar referencias de precio ‘de mercado’, por lo tanto, cada vez que se genera una situación como esta, todo el proceso empieza desde cero y en él va a ser definitivo el perfil de quien posee los materiales.

A Filmoteca Española nos llegan constantemente particulares con materiales que, consideran, pueden ser de nuestro interés. Nuestra posición de arranque siempre es la misma: que se haga una donación, por el bien común y por el bien de la conservación de nuestro patrimonio fílmico o cinematográfico. Siempre se negocia de acuerdo también a la relevancia de la oferta, pero no siempre se alcanza un acuerdo y eso a veces es frustrante. Cualquier negociación siempre es delicada.

¿Han podido rastrear cómo llegó este título estrenado durante el Franquismo a Nueva York?
No hemos investigado ese asunto todavía. En todo caso, aunque destacamos que hemos encontrado 8 de los 10 rollos originales de la película, en realidad en el lote había muchos más materiales: alguna copia en 16mm, negativos de música y efectos sonoros, alguna lata con el título en inglés de la película (The Enchanted Sword). Destacamos la cuestión de los materiales Dufay porque ese es el gran hallazgo de lote, pero hay mucho más.

Todo nos hace pensar que el material se envía a Estados Unidos para comercializar allí la cinta en inglés. Pero hasta que tengamos todos esos materiales con nosotros no podremos averiguar más cosas y ver si esta hipótesis de trabajo se confirma.

Copia realizada con el sistema de color Eastman, que muestra los colores más deteriorados. Garbancito de la Mancha es una adaptación del cuento homónimo escrito por Julián Pemartín. La cinta no disimulaba su afecto por el régimen, mostrando una exaltación del niño español, y fue declarada ‘de Interés Nacional’. Actualmente se puede ver online en la plataforma Flixolé.

Un sistema de color pionero

¿Qué lugar ocupa Garbancito de la Mancha o debe ocupar en la historia del cine español?
Tiene el valor de las primeras veces. Es una pieza fundacional: el primer largometraje en color que se produce en España y en Europa. Eso es incuestionable. Por lo tanto, haber recuperado el aspecto original es una excelente noticia. Luego es una labor de los historiadores la de establecer el valor de la película dentro del flujo de nuestro cine. Desde luego, sobre ella se ha escrito mucho y, sin duda, ahora se volverá a escribir: no solo hemos encontrado una copia con el color original, sino también una copia que no es exactamente igual a la que conocíamos hasta ahora. Hay imágenes que no están en la que conocemos.

¿Por qué es pionero el sistema de color de color de la cinta, respecto a como se coloreaban las producciones de animación de la época?
Desde sus inicios, los cineastas han buscado la manera de mostrar ante los espectadores películas en color. Para ello, se utilizaban dos tipos de técnicas: la aplicación del color tras el revelado de la película o la incorporación de algún procedimiento durante la grabación. Del primer tipo son el coloreado a mano de los fotogramas, los estarcidos y los virados. Del segundo tipo son las técnicas que se basaron en los estudios científicos del color del siglo XIX, y que demostraron la obtención de todos los colores a partir de la suma de los tres colores primarios: rojo, verde y azul. A esta solución técnica pertenecía el Technicolor, que requería imprimir por triplicado las películas, cada una con un color y proyectarlas con cámaras muy caras y de grandes dimensiones. El sistema Dufay se planteó como posible solución a estos inconvenientes.

¿En qué consistía?
Incorporaba una rejilla con líneas paralelas y perpendiculares de los tres colores primarios en la propia película, antes del rodaje. Con un reproductor normal, la imagen proyectada se apreciaba completa en color. Esta técnica tuvo su mayor popularidad en los años 40 del siglo XX. Su uso no permaneció porque iba acompañada de falta de luminosidad y la percepción de un cierto efecto “punteado”. Por ello, algunas de estos filmes, como Garbancito de la Mancha, se imprimieron décadas después con sistemas comerciales generalizados y modificados respecto al original, como Eastmancolor, únicas copias completas que hasta ahora conocíamos de la película.

“El cine ha viajado mucho. Pueden aparecer materiales en el lugar menos pensado”

Ahora afrontan la digitalización y la restauración de Garbancito… para poder exhibirla. ¿Cuánto tiempo creen que llevará este proceso?
No podemos anticiparlo, pues va a depender de muchas cuestiones que todavía hoy no controlamos. Empezando por lo que nos depare la investigación sobre los materiales originales, cuando nos lleguen.

De los 10 rollos que componen la película, Filmoteca Española cuenta ahora con ocho y el British Film Institute de Londres cuenta con otros dos. ¿Habrá algún tipo de colaboración para acceder a ellos?
Todo lo que sabemos de momento es que ellos tienen dos rollos, pero no tenemos constancia de que sean los que nos faltan a nosotros. Lamentablemente, el BFI continúa cerrado por la pandemia y hasta que no recuperen su actividad no habrá forma de averiguar qué hay en esos rollos. En todo caso, la colaboración entre archivos fílmicos es habitual y constante. Eso da pie a que muchas restauraciones sean conjuntas. Nos organizamos a través de la Federación Internacional de Archivos Fílmicos (FIAF) , que tiene un sistema de alertas que nos permite lanzar llamadas para la búsqueda de materiales. El cine es un arte que ha viajado mucho, y por eso pueden aparecer materiales de una película en el lugar menos pensado.

¿Nos quedan muchas películas olvidadas y perdidas de la historia del cine español por recuperar?
Lamentablemente se ha perdido mucho, demasiado. Sobre todo de las primeras décadas.

¿Tiene Filmoteca Española una “lista de deseos” en este sentido?
Hay mitos del cine español de los cuales solo quedan unas espléndidas críticas o memorias personales de aquellos que llegaron a verlos. Pero cuidado, también hay mucho cine español que se conserva de manera precaria y, si no actuamos con rapidez y eficacia, podríamos llegar a perder, aunque hoy lo conservemos.

Cada vez que se recupera un título, contribuimos a que se pueda comprender mejor cómo ha sido nuestro cine y, por lo tanto, cómo hemos sido nosotros. Y eso, sin duda, nos ayuda a saber mejor quiénes somos. Hay una necesidad histórica de reinterpretar los relatos hegemónicos, de nuestro cine y de nuestro país. Y no se trata solo de films míticos que estén desaparecidos, puede ser también la recuperación de títulos que ni siquiera sabíamos que existían, como ocurrió recientemente con Mallorca, de María Forteza.

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