Un recuerdo de Antonio Giménez Rico

Por Yousaf Bokhari · 26 febrero, 2021

El director de producción Yousaf Bokhari se despide del cineasta Antonio Giménez Rico, recientemente fallecido

Trabajé por primera vez con Antonio Giménez Rico en 1988, en la serie de TVE ‘Pájaro en una tormenta’. Era ayudante de dirección en esta serie que rodamos durante varios meses, tiempo en el que entablamos una relación no solo de respeto profesional mutuo sino, además, de amistad que duraría otros proyectos y muchos, muchos años. En estas ocasiones lo tradicional es hablar bien de la persona que se nos ha ido, y eso con Antonio resulta de lo más fácil, era un señor de los pies a la cabeza. Digo Señor con mayúscula, en negrita y subrayado; siempre educado, elegante, respetuoso con todos, evitaba el conflicto y las voces en el rodaje, y ese primer día ya me adelantó que no le gustaba tampoco que lo hiciera el ayudante de dirección en su nombre. Vio que compartía esa filosofía, por lo que nos entendimos estupendamente desde el primer día.

En una ocasión, en otra de sus películas –en la que a petición suya esta vez desempeñaba la doble función de director de producción y ayudante de dirección– estábamos localizando por esas tierras palentinas tan cerca de su Burgos natal. Tras registrarnos en el hotel quedamos para cenar juntos el grupito de localización, como es habitual. En la mesa estábamos Antonio, el director de fotografía, el decorador, el hijo de uno de ellos que hacía de conductor y auxiliar de producción, y yo. El joven se sentó a la mesa sin quitarse la gorra y yo veía a Antonio tensarse por momentos, visiblemente molesto por algo que aún no sabíamos que era. A duras penas se contuvo –ya he dicho que no le gustaba el conflicto– y cuando pidió la cena espetó: “me vas a perdonar –le dijo al padre– la llamada de atención, pero me parece de muy mala educación no quitarse la gorra en la mesa”. Antonio tenía un alto sentido del saber estar y el decoro.

Localizar para una película suele ser una experiencia sumamente agradable; lejos de la tensión y prisas de los rodajes, suele componerse de grupo pequeño que, habiendo sintonía, las largas horas de estrecha convivencia en la carretera dan tiempo para conocerse, hablar de lo divino y lo humano, compartir comidas, cenas y conversación. Pues esta experiencia ya de por sí agradable, con Antonio era un lujo; ¡que señor tan elegante! su conocimiento del arte y de la cultura era un deleite, y cuanto conocimiento de la historia del cine, de pormenores y anécdotas de películas. Era un Wikipedia andante del cine y tenía una memoria excepcional para recordar repartos, quien fue el montador, decorador o director de fotografía de tal o cual película. Yo creo que al IMDb bien podrían haberlo llamado AGrSc en honor a Antonio.

Entré en la Academia de Cine animado por él. Fue durante una de esas cenas post rodaje que en compañía de Antonio resultaban siempre enriquecedoras. Antonio, te recordaré con el cariño y respeto que siempre te he tenido. Descansa en paz.

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