Carlos Saura y Anna Saura presentan Rosa Rosae: “Las guerras no resuelven los conflictos”

Por Enrique Aparicio · 17 septiembre, 2021

“Rosa, rosae, y también el valor de pi. Y el recuerdo final por los muertos de la última Guerra Civil. Así, así, así crecí”. Los versos de José Antonio Labordeta avanzan al ritmo de las fotográficas intervenidas por Carlos Saura en Rosa Rosae. La Guerra Civil, cortometraje que se verá en la sesión inaugural de Zinemaldia y en el que el cineasta aragonés ha trabajo codo a codo con su hija Anna Saura. Niño de la posguerra –el conflicto le pilló con cuatro años–, Saura se vale de su archivo personal para construir un evocador recorrido por el conflicto, que pone a dialogar la catástrofe nacional con los recuerdos personales. Ambos Saura, padre e hija, consideraban “muy necesario” y todavía “pendiente” poner la guerra en el centro de su obra.

Estrenan Rosa rosae. La Guerra Civil en Zinemaldia, en un momento en que la Ley de Memoria Democrática vuelve a traer a la actualidad las deudas de la guerra y el franquismo. ¿Creen que llega en buen momento?

Carlos Saura: Cualquier momento es bueno y necesario para recordar la Guerra Civil y que una barbaridad así no se vuelva a producir. Tenemos que refrenar el odio que surge de políticas enfrentadas. A ver si aprendemos de una vez que las guerras no resuelven los conflictos. No hay más que recordar que en la última guerra mundial murieron más de 60 millones de personas y otros tantos millones de heridos. La lección de hoy es que en España ganaron la guerra los que la perdieron.

¿Cuál ha sido el proceso para combinar imágenes históricas, intervención artística y música de Labordeta?

Anna Saura: Ha sido un proceso muy laborioso sobre el que hemos trabajando muy minuciosamente, ya que todos los elementos tienen una intención y un porqué, nada está por casualidad. Carlos hizo una primera versión con fotografías suyas de la posguerra española, a partir de ahí empezó a trabajar sobre las fotografías y a incluir diferentes versiones de dibujos hasta llegar al resultado final.

¿Qué objetivos perseguían con el delicado montaje de las imágenes?

CS: Me he limitado a seguir la letra de la preciosa canción de Labordeta, que yo he vivido personalmente en la infancia. En sí, la letra de la canción es ya una pauta argumental para ordenar las imágenes.

Perteneciendo a generaciones distintas, ¿partían de un acercamiento similar a las imágenes de la Guerra Civil? ¿Les producen efectos distintos?

AS: Al no haber vivido la guerra, aunque te lo cuenten y por desgracia estemos viendo imágenes de guerras casi a diario en las noticias, lo percibes de forma completamente distinta a alguien que ha sufrido la desgracia de vivirla.  Para mí, las imágenes de la Guerra Civil española y de la posguerra son siempre muy impactantes, porque me cuesta creer que esa barbarie haya ocurrido en nuestro país hace no tantos años…  

Cuando trabajan juntos como cineastas, ¿cómo se enfrentan al hecho de ser padre e hija?

AS: Mi padre y yo tenemos una relación muy buena tanto a nivel personal como profesional. Llevamos trabajando juntos muchos años, lo cual para mí es todo un privilegio y un aprendizaje constante, y nos entendemos y complementamos muy bien. A los dos nos divierte mucho trabajar y nos encanta lo que hacemos.

El corto se verá en la sesión inaugural de San Sebastián. ¿Cómo valoran que el certamen ponga en primera plana la memoria histórica a través de su obra?

AS: Creo que era algo muy necesario y que teníamos pendiente. Me alegra y me honra que el festival haya decidido homenajear a la memoria histórica con nuestro cortometraje.

¿Ha modificado la pandemia su relación con el cine? ¿Creen que las salas volverán a la normalidad?

CS: Es difícil saberlo. Yo creo que hoy hay otras soluciones para ver una película, aunque el cine todavía proporciona la experiencia de mejor calidad. Personalmente, siempre he deseado tener la mejor proyección y sonido para disfrutar de una buena película, en soledad o bien acompañado.  Ahora tenemos la oportunidad de hacerlo a través de las pantallas de TV cada vez más grandes y de mejor calidad.

Por desgracia, en muchas cadenas de televisión la publicidad rompe la delgada línea de complicidad que existe entre el espectador y la película que se emite. Ya sé que llueve sobre mojado, pero ¿no hay nadie que soluciones ese desaguisado? Una solución sería que toda la publicidad se pusiese antes de la película.

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