Rodrigo Sorogoyen: “Me interesa la violencia porque no puedo concebirla”

Por María Gil · 17 septiembre, 2022

Regresa a San Sebastián con As bestas, que llega a la sección Perlak después de su estreno mundial en el Festival de Cannes

Enemigo de las etiquetas, Rodrigo Sorogoyen desdeña aquella de un medio francés que le ha bautizado como ‘el rey del thriller español’ en su primera vez en Cannes, donde presentó As bestas. “No me siento cómodo”, reconoce el cineasta, que acaba de volver de Venecia, donde ha ejercido de jurado en la Sección Oficial, una experiencia “inolvidable” que le ha puesto en el otro lado, el de valorar las películas de otros compañeros cineastas. Su intenso recorrido por esta temporada de festivales le lleva ahora a Donostia, dónde retorna con su quinto largometraje y como director de uno de los capítulos de la serie Apagón, títulos que también llevan la firma de la guionista Isabel Peña, con la que levantó el Premio a Mejor guion del certamen en 2016 por Que Dios nos perdone.

“Ir sobre seguro me aburre”, cuenta el director de El reino sobre los retos que se ha puesto con As Bestas, cinta que ha rodado en francés, español y gallego y que protagonizan los galos Marina Foïs y Denis Ménochet y los compostelanos Luis Zahera y Diego Anido. Esta historia del conflicto creciente en una aldea gallega entre una pareja francesa y sus vecinos, todavía no se ha estrenado en España, pero suma alegrías fuera de nuestras fronteras, la última la preselección para los Premios del Cine Europeo.

 

A la hora de reflejar lo rural, no han caído en la romantización del campo que muchas veces se produce desde las ciudades.  ¿Cómo quería plasmar ese contexto de la aldea gallega?
Queríamos hablar de una pareja que se quiere vivir al campo y que ese campo te ofrece cosas muy buenas y sanas, y también cosas muy duras. No nos gusta romantizar nada, si contáramos una historiade amor tampoco la romantizaría, tiene sus dolores y sus alegrías. Nos gusta ser lo más realistas posibles. Cada vez que tocamos un tema intentamos ver los distintos puntos de vista. Para alguien la ciudad puede ser un entorno hostil y para otra persona el paraíso por otros motivos. Eso es lo rico de la vida y nos gusta reflejarlo. Nos dimos cuenta de que lo que funciona muy bien era el hecho de que el mismo pedazo de tierra sea una cosa completamente distinta para un personaje que vive allí y otra completamente distinta para otro personaje que vive allí. Eso que ocurre todos los días era un tema muy interesante, hacía la película más compleja y sobre todo que el conflicto fuera totalmente irremediable.

La cinta llega en un momento en el que el problema medioambiental, el desarrollo sostenible, las renovables etc. está en el debate público, al igual que la llamada ‘España vaciada’. ¿Son temas que le preocupan?
Me preocupaban a la hora de hacer la película y hace siete años, cuando empezamos a escribir el guion, pero evidentemente menos que ahora. Afortunadamente, estamos todos mucho más concienciados por la pura deriva del planeta, aunque no lo suficiente.

As Bestas, Alcarràs, Suro, El agua… Lo rural es una constante en las cintas españolas que están viajando a festivales internacionales ¿por qué que nos estamos fijando especialmente en esas realidades?
El cine es un reflejo de la sociedad. Los contadores de historias hablan y cuentan sobre sus preocupaciones. Este año es evidente que lo que está pasando es síntoma de una preocupación latente. Me parece curioso, pero no me extraña.

¿Sería la misma película si en lugar de dos franceses fueran dos personas de otro punto de España?
En esencia sería lo mismo. Creo que hay una xenofobia general de “el de fuera”, pero luego están los matices, no es lo mismo que venga un francés, que un americano o un subsahariano. Llega a ir a esa aldea un madrileño, un catalán o un andaluz y creo que la hostilidad estaría.

«Somos una raza que se ha matado durante siglos»

As bestas se estrenó en Francia el 20 de julio, cuatro meses antes de llegar a los cines españoles y ha alcanzado el Top 10 de la taquilla. ¿Se siente querido por el público francés?
Sí, porque las cuatro películas que hemos estrenado en Francia han funcionado mejor que en España y tres de ellas bastante bien. As bestas la que mejor. Es un país que nos ha acogido, la distribuidora francesa Le Pacte lo ha hecho muy bien.

A España llegará el 11 de noviembre. ¿Por qué se ha optado por esta estrategia?
Con todos los estrenos que vienen, hemos considerado que noviembre era muy buen mes y separadamente Francia ha elegido que fuera a julio. Nunca nos había pasado porque siempre se estrena en Francia mucho después, un año incluso. Creo que el hecho de que allí vaya bien está levantando expectación en España.

En el cartel francés de As Bestas hay una cita de Le Point que le bautiza como ‘el rey del thriller español’. ¿Se siente cómodo con esa etiqueta?
Evidentemente no. Las etiquetas las odio, además de manera personal. Tengo bastantes discusiones con mis amigos y amigas cuando me etiquetan que es algo que solemos hacer todos. Y si ya la etiqueta incluye la palabra “rey” pues tampoco me siento cómodo, pero son cosas de marketing. Es algo que me aburre y no controlo, pero que me dejo guiar.

¿Cómo ve la relación entre las industrias española y gala? ¿Hay un cine transfronterizo?
Mi caso es de los más afortunados. Hemos encontrado coproducción en las últimas tres películas. En la cinematografía francesa hay un interés por coproducir con España y aquí con Francia. Siempre podría ser más y la cercanía geográfica obligaría a que participáramos más, pero tienen que tener un sentido. En As bestas y Madre el sentido es obvio.

“Me encantaría hacer mil películas al año, pero solo puedo hacer una”

¿España se cuenta bien en thriller?
España y cualquier país se cuenta muy bien a través del cine. No solo con el thriller. Berlanga con la comedia ha contado España de una manera maravillosa, y Almodóvar con el melodrama con tintes de comedia.

¿El tipo de cine que ve como espectador es el mismo que le interesa hacer como director?
Me encantaría hacer mil películas al año, pero solo puedo hacer una o media. Veo géneros que luego no hago o me siento incapaz de hacer. Pero en mí hay una querencia de intentar hacer todo tipo de géneros. Me imagino a mí y a nuestro equipo intentándolo por una simple razón de probar. Siempre que te dejen, en el cine estás probando. Ir sobre seguro es una cosa que me aburre. Me gusta mucho enfrentarme a retos, te hace estar alerta y la película lo nota.

Desde su productora Caballo Films coproduce sus últimos filmes. ¿Ha ganado en independencia?
Sí, muchísima más. personalmente me ayuda en tener una libertad y una complicidad con los socios, con la gente de la que me quiero rodear. Ahora estamos produciendo La Ruta, una serie sobre la Ruta del Bakalao para Atresplayer, y vamos a hacer una película de un director novel, El llanto.

Me siento muy afortunado de este momento que estamos viviendo y tenemos varios proyectos entre manos. La serie de la Guerra Civil está cancelada, pero seguimos trabajando en ella. Yo no concibo que no salga, es un proyecto precioso y personal tanto de Isabel [Peña] como mío. Además, Isabel y yo estamos empezando a escribir nuestro sexto largometraje.

La violencia está muy presente a lo largo de su filmografía. ¿Es un tema sobre el que piensa en su día a día?
El mundo es un mundo violento, solo tienes que ver el telediario. Me interesa en el sentido de que no la puedo concebir, no sé cómo es posible que los seres humanos se maten entre sí. Me encantaría discutir horas sobre esto. Yo soy de la postura de que somos una raza que se ha matado durante siglos y no hemos aprendido nada, sea a nivel macro, como Israel bombardeando Gaza, o micro, un marido matando a su esposa, vivimos en una violencia. Me fascina porque no puedo concebirlo.

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