En estas fechas, cuando se acerca el Festival de Cine de San Sebastián y ya han pasado casi todos los festivales de cine más importantes del año, es el momento de hacer repaso a cómo ha sido el año para el cine español. Personalmente, creo que llevamos unos años muy buenos de éxitos internacionales y con algunas películas que funcionan muy bien en la taquilla. Creo que, afortunadamente, nuestro cine tiene cantidad y calidad, es capaz de generar un éxito comercial como la última película de Santiago Segura y, al mismo tiempo, puede colocar, con unas cifras interesantes, en los cines películas como Segundo premio, Casa en flames o El 47. Este año ha habido muchos éxitos internacionales y mucha presencia de nuestro cine en festivales, pero habría tres muy destacables: por un lado, el premio en la Quincena de los Realizadores de Cannes a Volveréis, de Jonás Trueba; el León de Oro en Venecia para Pedro Almodóvar con La habitación de al lado y, por último, hace unos pocos días el triunfo en la Sección Platform de Toronto de la película Polvo serán, de Carlos Marqués-Marcet.
Y ahora nuestro cine llega a San Sebastián con cuatro películas en competición en la Sección Oficial, muy diferentes y realmente importantes. Por un lado, la película de Iciar Bollain, Soy Nevenka, sobre el caso real de una mujer que fue acosada sexualmente y a la que el hecho de denunciar (y demostrar que tenía razón) le trajo terribles consecuencias. La película de Iciar es una película de combate, una película que hace reflexionar sobre la situación de las mujeres cuando se encuentran en una situación como la que la película describe. La segunda película, Tardes de soledad, es una película del inclasificable director Albert Serra, que en este caso nos ofrece una película de no ficción centrada en el mundo del toreo. La tercera, Los destellos, de Pilar Palomero, es una película sobre la generosidad y la humanidad de una mujer cuando se enfrenta a la muerte de un hombre que un día amó. Por último, El llanto es una película de género, de gran potencia visual y narrativa, que utiliza las convenciones de las películas de terror para hablar de un tema importante.
En New Directors también hay tres películas muy interesantes. Por un lado, La guitarra flamenca de Yerai Cortés, dirigida por Antón Álvarez (C. Tangana); otra película de no ficción, sobre el guitarrista que da título a la película y sobre la historia de su familia. Por donde pasa el silencio, de Sandra Romero, es una ópera prima sorprendente que completa las películas que se presentan en premier mundial en San Sebastián; y por último, Azken Erromantikoak; de David Pérez Sañudo, que vuelve al Festival con su segunda película tras el éxito de ANE.
Hay muchas más en las diferentes secciones del Festival. Pero aquí no acaba todo, las películas anunciadas de cine español por Valladolid y por Sitges son realmente importantes y estoy seguro también de que festivales como Gijón o Sevilla también nos sorprenderán con alguna película española de gran calidad. Y si analizamos en detalle el cine español del año, no podemos olvidar la potencia de la selección del pasado Málaga, donde se estrenó Segundo premio, de Isaki Lacuesta, una de las películas de mayor importancia de nuestro cine de esta temporada.
Y, para terminar, siempre hay festivales más pequeños, pero no por eso menos interesantes, que ofrecen también su selección de cine español; por ejemplo, el D´A de Barcelona que a mí, personalmente, me ha descubierto a directores como Marc Ferrer, con su Reír, cantar, tal vez llorar, que programamos en nuestra sección Made In Spain, y a Zaida Carmona, con La amiga de mi amiga, que también programamos hace dos años en el mismo apartado.
Creo que este pequeño repaso a nuestro cine, no exhaustivo, ya da una idea de la potencia del mismo. Creo que su cantidad y calidad le sitúa entre las tres o cuatro cinematografías más importantes de Europa y, además, tenemos indicadores suficientes para pensar que el cine que viene próximamente va a estar también a gran nivel.
Disfrutemos de nuestro cine. Vayamos a las salas a verlo, que es el lugar donde mejor se ve y se oye y donde mejor se disfruta.