Mil maneras de ser ¿showrunner? | Mesa redonda de guionistas

30 abril, 2019

Javier Olivares, Cristóbal Garrido, Gema R. Neira, Diego San José y Sara Antuña debatieron en la Academia de Cine en un encuentro organizado por la institución y por ALMA Guionistas

Ni todos los showrunners son creadores, ni todos los creadores son showrunners. Sobre las dudas que genera en los últimos años este término, importado de la ficción estadounidense, y que en España no se ha implantado estrictamente, intentaron arrojar luz cinco guionistas que han experimentado en su carrera las funciones de esta figura.  Este cargo, que da unidad a una serie cuando no hay un único director para defender el concepto, se ha convertido en una posición deseable por la que, paradójicamente, se han interesado más los productores de nuestro país que los guionistas.

Para Diego San José, creador y productor ejecutivo de Vota a Juan, “hay distintas formas y estilos de ser showrunner. Algunos ni van a rodaje, le dan espacio al director y ya deciden en montaje o en otros momentos. Puedes serlo sin intervenir en todas las parcelas”. Defiende que la cuestión no está en tener el poder absoluto en todo, sino en que “en aquello en lo que quieres intervenir, tú tienes la última palabra”.

Creador y productor ejecutivo de Cuerpo de Élite, Cristóbal Garrido rebatió a su compañero cuestionando que se esté aplicando correctamente la figura de showrunner en España. “Yo soy purista, si hemos importado el término hagámoslo bien. Yo he sido productor ejecutivo, no showrunner”, aseguró. Por su parte, Gema R. Neira, cocreadora de Alta mar, Las chicas del cable y Velvet, lo planteó como una elección, no una condición sine qua non. “Llevamos unos años donde parece que todos los creadores tienen que tener el poder. A mí no me apetecía pasar un proceso de cásting o estar en sala de montaje”, reivindicó. El creador de El Ministerio del tiempo e Isabel, Javier Olivares, lo aplicó a su propia experiencia, donde solo sintió que ejercía ese papel “en las cadenas públicas, en TVE y en TV3”.

Sobre las diferencias entre su papel de guionista y esta nueva faceta se sinceró Sara Antuña, coproductora ejecutiva de La víctima número 8 y showrunner de El vecino. “Yo no sabía nada, salvo escribir. Tienes que rodearte de un buen equipo que sepa mucho más que tú sobre aquellas preguntas para las que no tienes respuesta. Si pudiera, pagaría un día extra a los guionistas para que fueran al rodaje a aprender”, explicó.

El intrusismo laboral por parte de productores ejecutivos, que se atribuyen ese estatus de showrunners sin ser los creadores de la serie, fue otro de los temas que abordaron en el encuentro. “Una idea de un productor que te encarga una serie no genera derechos de autor. Aquella persona que participa activamente en el concepto, la biblia de la serie y el piloto es el creador”, expuso Garrido. Por su parte, Olivares, aseguró tener más miedo a los que “usan el nombre de showrunner en vano” que al intrusismo.

 

Un papel más activo

La relación con los directores que dirigen los capítulos es clave para todos los ponentes. “Puede ser tu mejor aliado”, aseguró Olivares, que cree que “respetando al máximo su trabajo en el set, tienes que asegurarte que ha comprendido lo que sucede o encontrarás que, aunque dicen palabra por palabra tu guión, lo que aparece en la pantalla no es lo que has escrito”. San José puso el foco en el desplazamiento del poder: “Venimos de una tradición del cine muy autoral, donde el director es quién decide todo y a las cadenas les encanta que los directores de cine dirijan series. Pero ahora es un guionista quien le está diciendo a ese director si le quita o no una escena en el montaje”.

Todos animaron a los guionistas a asumir un papel más activo en este nuevo contexto de la ficción televisiva. “Tenemos aprender a hacer el mejor pitch y convertirnos en vendedores. Es el gran paso a dar”, defendió Garrrido, mientras que Olivares, que lleva en esta pelea muchos años –»Tanto mi hermano Pablo como yo teníamos la obsesión de ser showrunners desde que entramos a la industria»– señaló que «la gran culpa de lo que han hecho con nuestros guiones la tenemos nosotros porque hemos preferido quejarnos en el bar con una caña, que pelearlo en el plató”. Y es que, según San José, “un guionista puede vivir durante años sin conflictos, pero un showrunner no. En algún momento tienes que enfrentarte a alguien o decirle que no te gusta tu trabajo. Y a eso no estamos acostumbrados”.

Vice Gilligan, Matthew Weiner, Shonda Rhimes, Steven Moffat y Jed Mercurio son algunos de los referentes de showrunners que reivindicaron los cinco guionistas en este encuentro, que arrojó muchas reflexiones y una certeza: “como creadores, tenemos el derecho a pedir ese espacio de showrunners, si lo queremos”, verbalizó la guionista y moderadora del encuentro Alicia Luna.

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