Nora Navas: «Tenemos que luchar más por defender la cultura que representamos»

Por Juan MG Morán · Foto: ©Enrique Cidoncha · 2 diciembre, 2016

Recién elegida vicepresidenta segunda de la Academia, aboga por una Academia viva y participativa

Un punto de encuentro constructivo. Esa es la Academia con la que sueña Nora Navas, una institución abierta de la que ya es vicepresidenta asumiendo con «ilusión y agrado esta oportunidad» para ayudar a los suyos, a su gremio. Cargada de «energía e ilusión» por los mensajes de apoyo que le han hecho llegar sus compañeros, su discurso se carga de sentido cuando afirma que esta institución debe «dejar de lado las individualidades para unirnos a un proyecto que lucha por un bien común, la mejora de nuestra industria». Esta actriz, que no se imagina ningún país del mundo sin cine, aboga por una Academia viva y participativa, que pelee por integrar el cine español en la educación de las generaciones futuras y por estrechar lazos con el cine latino.

 

¿Qué tiene Yvonne Blake para que se haya sumado a su proyecto?

Ha vivido en primera persona la evolución de esta institución y conoce perfectamente sus defectos, sus virtudes y, sobre todo, su potencialidad. Es una mujer con una energía preciosa, con muchas ganas de trabajar, abierta a nuevas miradas y desprovista de un ego que la pueda confundir.

¿Qué pensó cuando le propuso ser vicepresidenta?

Me llegó a través de Judith Colell y en un primer momento pensé en no aceptarlo, era mucha responsabilidad. No obstante, esas primeras dudas fueron más objeto de la sorpresa inicial, y solo tardé una noche en cambiar de opinión. Pensé que no me podía esconder, que era necesario comprometerse.

Se le presenta una oportunidad perfecta…

Ahora podré aportar mi granito de arena y materializar algunas de mis ideas sobre la Academia como profesional del cine. Sinceramente creo que todas las personas debemos involucrarnos en nuestra realidad más cercana, sea la que sea. Es la única forma de cambiar las cosas y tener la oportunidad de hacer que nuestras quejas dejen de ser estériles.

¿Con qué Academia sueña?

Quiero que sea un punto de encuentro constructivo, sin competencias ni rivalidades, donde todos juntos sumemos fuerzas e intentemos remar en la misma dirección. Es muy importante atraer a las nuevas generaciones, a esos jóvenes profesionales que aportan nuevas miradas a nuestro cine y que son la mejor garantía de futuro de nuestra industria, y que lo serán también de esta casa.

Junto a Blake y Barroso luchará por construir una institución más cercana…

No solo somos la gala de los Goya, que es esencial para la promoción de nuestro cine. Aquí hay un equipo de grandes profesionales trabajando los 365 días del año que se esfuerzan para que la Academia sea nuestra casa. Ahora hay que conseguir que los compañeros la perciban como el lugar en el que encontrar consejo, ayuda y difusión de su obra.

¿En qué se traduce esto?

Queremos abrir sus puertas. Que la gente que está intentando hacer cosas –organizar festivales, sacar adelante cortos, formación…– vengan aquí para buscar consejo y ayuda para hacerlas realidad. La dinamización también debe ser consecuencia de estrechar lazos con todas las asociaciones del sector, debemos fijar espacios de colaboración con ellos.

Ganar espectadores

¿Cómo ve usted a la gran familia del cine español?

Estamos todos un poco disgregados, tendemos a trabajar muy en lo particular sin pensar en la industria en general. Más que una familia donde se tiende a poner etiquetas y quedar para la cena de Navidad, hemos de empezar a vernos como un colectivo que se encamina a conseguir lo mejor para todos. Tenemos que luchar más por defender la cultura que representamos.

¿Y qué le preocupa más de la situación actual de nuestro cine?

La precariedad de las condiciones laborales y el descenso de la afluencia de público a los cines en los últimos años. Supongo que es resultado de la tremenda crisis que vivimos y de la sinrazón de que la cultura se grave con un 21% de IVA. Tenemos que trabajar para bajar ese IVA, pero también para que la gente ame el cine español. Es la única forma de devolver a las salas su público.

¿De qué manera cree que puede integrarse el cine español en la educación?

El cine, como cualquier otro arte, debe formar parte de los planes de estudio. Seguro que en esto la Academia puede echar una mano… Como madre creo que es nuestra responsabilidad educar a nuestros hijos en valores necesarios como el respeto a la cultura, es la única forma de ganarlos como espectadores.

Vive en Cataluña, ¿cree que puede potenciarse aún más la actividad de esta entidad allí?

Todo lo que comento es aplicable a la sede de Barcelona. Hay que reactivar la vida de esta sede y que sea una pieza clave de esta Academia integradora y participativa.

Ha trabajado en el cine argentino, ¿de qué modo la institución debe propiciar lazos con el cine latino?

Parece mentira que, aún hoy, tengamos la sensación de que el cine latinoamericano y el español vivamos a espaldas el uno del otro. Desde aquí debemos tender puentes con las academias latinoamericanas y abrir, más aún, la nuestra al cine latinoamericano y a los muchos profesionales del otro lado del charco que trabajan en nuestro cine.

¿Hay algo que le asuste de este trabajo de representatividad?

No ser capaz de generar ese sentido de equipo y colectividad del que hablaba antes. En los tiempos en los que estamos, tan precarios, es muy complicado convencer para dedicarse a un proyecto común. También me asusta no tener la fuerza o la capacidad de poder cambiar las cosas, que desde fuera te inmovilicen y te hagan pensar que no se puede hacer nada.

¿Qué objetivos espera cumplir en esta casa?

Que fuéramos capaces como terna de darle más vida a la Academia, que fuéramos muchos más los que participáramos en su actividad y en los cambios que se avecinan. Que la Fundación fuera un núcleo de unión entre todos. Y que, por ejemplo, en las próximas elecciones a la presidencia de la Academia hubiera una participación del 100%.

 

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